V. Individualidad, conocimiento y sexualidad:
La satisfacción del apetito sexual es uno de los más marcados actos de individualismo y, por tanto, la acción más sediciosa en lo que respecta al punto de vista del sistema imperante. La creatividad, la acción de crear, es subversiva para el Estado y sacrílega para la religión. Esto vale para cualquier acto expresivo, artístico, sensual o espiritual (en la medida que no responda a los parámetros establecidos).
Por lo anterior, nada hay más insidioso para el sistema de creencias hegemónico, que el sexo (no reproductivo) y el arte (pues en realidad, sendas prácticas están íntimamente relacionadas). Ambas cosas no tienen otra utilidad inherente que no sea la de dar placer, inspirar sentimientos y canalizar la espiritualidad a través de mecanismos alternativos al pautado por el sistema (ya sea éste la religión o el culto al estado).
Francis Bacon fue uno de los primeros en decir que «el conocimiento es poder», siendo algo que todos repiten sin comprender plenamente su significado. Rara vez se recuerda que el saber también ofrece libertad. Por ello los tiranos y los líderes políticos y religiosos saben que deben mantener en la ignorancia al pueblo, a las masas. Porque si estos aprenden, si estos conocen, entonces pensarán por sí mismos; se sabrán individuos y dejarán el rebaño.
Lo que no todos saben es que el sexo libre, así como el arte libre, es uno de los mecanismos más veloces de obtención de conocimiento y de expansión de la consciencia (dicho esto sin el sentido místico o new-age que, a tal término, se le suele dar).
Toda actividad sexual implica expansión del conocimiento: En sus primeros pasos, se trata de un conocimiento de uno mismo, de la exploración del propio ser, del descubrimiento de sensaciones nuevas y por tanto de una expansión en la percepción. Más adelante, se integra el conocimiento del otro, la posibilidad de expandir el propio ser al unirse con quien comparte dicha actividad. No obstante, a lo largo de la profundización de la experiencia, todo aquello se transforma en un conocimiento profundo de la Vida y de los ocultos y, en ocasiones, oscuros laberintos de la psique. Se trata de un viaje continuo y sin final, de un aprendizaje profundo y real, con la honestidad inherente a lo que tiene que ver con la carne y la animalidad.
Ningún camino «místico», filosófico, social o religioso que carezca de esta fundamental actividad humana, puede ofrecer verdadero conocimiento sobre la Vida y sobre uno mismo. Esto es harto conocido por quienes manejan los hilos de las grandes religiones y justamente por ello, se mantiene vedado a las masas, al colectivo de sus seguidores.
Esa es la razón por la cual los sistemas morales dogmáticos esconden el cuerpo humano y prohíben su desnudez. Saben que el tapar, el ocultar y el mantener en secreto a los principios básicos del individuo, del animal humano (de la naturaleza, de la biología, de la vida) es primordial para mantener el control sobre las masas.
Pero hay algo importante que se debe entender: Los tabúes y su natural consecuencia, la moral dogmática, no son el producto de mentes ansiosas de poder, del dictamen de líderes religiosos o políticos ni tampoco de las elites económicas o sociales. Todas estas fuerzas son sólo el reflejo de lo que las masas quieren: Que no es otra cosa sino permanecer en el rebaño. Es por eso que la moral dogmática, que el populismo y la mediocridad social, tienen tanta tendencia a mantenerse y pulular.
Los seres humanos, en su mayoría, buscan ser liderados, gobernados y, para permitir que tal cosa ocurra, para hacerla viable, renuncian a su individualidad. Lo que los fuerza a ello es el miedo. Los temores básicos de la existencia: No tener lo necesario para vivir, la incertidumbre, la idea de la muerte…
La individualidad presupone la aceptación de la propia mortalidad, de la impermanencia de las cosas, de la inseguridad e inestabilidad de toda posesión o logro. Así como «masa» es sinónimo de totalidad, la individualidad lo es de unidad. En ello, existe también la percepción temporal: Para ser individuos, tenemos que conocer y aceptar que así como un día nacemos, habrá otro día en que moriremos. La «masa» es eterna, atemporal, «inmortal»; el individuo es finito y efímero. El temor a «saber» esto, pues estar enterados culturalmente no es lo mismo que conocer tal realidad de manera profunda, es lo que las masas tratan de evitar.
Así es como se podría concluir, que la moral dogmática es el intento fallido e infantil de nuestra especie por ocultar lo inevitable de la vida: La incertidumbre, la muerte, el sufrimiento y el sinsentido de la misma.
La vida no tiene sentido a un nivel universal u ontológico, pero puede dársele uno si cada quien lo encuentra por sí mismo, claro que para eso es menester dejar de ser masa y convertirnos en individuos.
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Autor, antropología, psicología; community manager, diseño y administración web…
Investigador del pasado y los orígenes de las creencias. Dedicado a la reconstrucción y divulgación del Paganismo; a la lucha por el laicismo y el conocimiento científico. Activista de los Derechos Humanos y los Derechos Animales. Ecologista radical. Pagano, liberal. Escritor, librepensador… 44 años de experiencia en la reconstrucción y difusión del Paganismo y el legado ancestral (25 años en la red).
Me gusta lo desconocido, el Erebus, lo que está en penumbras… Valoro tanto la Oscuridad como la Luz, que forman un eterno balance el cual da vida al Universo. Estoy en una jornada, una aventura y una exploración que sólo terminará cuando muera…
«En la arena del debate, sólo cae herida la ignorancia.»
Muy buen artículo, analista, interesante, detallado, profundo…. de los mejores, en mi opinión, que te he leído.
Muchas gracias Iolair. Para mi tu opinión es calificada y valorada, por lo cual me alegra mucho tu comentario.
Más de acuerdo no puedo estar contigo Oscar! aunque para mi el sexo no creo que sea el moderno y supremo eje de control de los poderes fácticos (no eclesiasticos necesariamente), si constituye uno de los principales puntos de control desde hace milenios, hoy en dia, en las urbes mas modernizadas y cosmopolitas se podria pensar que el sexo es algo tan liberado y exótico, tanto como el individuo quiera o imagine, condónes de todo tipos y sabores, juguetes y juegos sexuales por doquier, pseudo-sexologos que los recetan y que trabajan en las mismas «sex shops» como alternativa a la soledad que padecen millones de personas es de lo mas aberrante que he visto, la millonaria industria del porno, en donde con seguridad podrias ver algún dia a tu hermana o tu hija como la protagonista de la pelicula no es sino otro instrumento de control de masas, eso que ven y que sin embargo no se atreven a hacer, eso que los «excita» y que sin embargo esta prohibido y mal visto, es como una celebre frase del personaje de Alpaccino, en la famosa pelicula: el abogado del diablo, «mira, pero no toques», «prueba, pero no tragues»
Todo esto ya lo enumeraba George Orwell en «1984» donde el personaje de Winston, crítico y razonable como el que más, cae seducido al final, mas a fuerza que de ganas, por ese encanto de las masas e inexorable cariño que el «gran hermano» siempre le profesó. triste pero cierto, revolucionarios sociales «sobornados» reducidos a burocratas peleles bien pagados, la lista no termina, si el «hueso» (como llamamos aqui coloquialmente al soborno institucional) no funciona, viene la tortura y esi eso tampoco, vienen las desapariciones forzadas……. no es de sorprender que las fuerzas armadas y policiacas esten conformadas por los individuos mas enajenados y carentes de criterio propio que he conocido en mi vida, todo su entrenamiento esta basado en la reducción de su propio yo, su criterio, el lavado de cerebro y la obediencia instintiva y automática a sus superiores. «cadena de mando» le llaman alegremente a eso.
De eso y más ya nos platicaba valientemente hace décadas Salvador Freixedo en varios de sus libros que tengo el agrado y orgullo de poseer, porque en México fueron sistemáticamente censurados y castigados junto con la editorial Diana por muchos años.
No tengo mucho que agregar a tu texto Oscar, salvo la recomendacion personal de que algun dia edites un libro para paganos neófitos (ignoro si ya lo has hecho) porque todo este material constituye oro molido para la desintoxicación de la mente de mucha gente, de lo que es y deberia ser el paso previo a la adopción de cualquier filosofia o credo, y pensar que Silver Ravenwolf y sus «fantasiosas» producciones literarias hayan vendido tanto en el mundo pseudopagano y que a pesar de su ingenuidad y a veces perversa trastocación del paganismo, siga siendo de lo mas leido, entre los «fluffy bunnies» no me extraña que actualmente tengamos un «paganismo» ávido de «titulos», grados, instituciones, censo y «credencialización» que raya obsenamente en el oscurantismo que venimos heredando y arrastrando.
Si me permites compartir tu texto en varios sitios (con la consecuente citacion de fuentes, autoria y enlace a tu blog), entonces me tomo la licencia de subirlo a varios sitios de interés :D
Gracias de nuevo por compartir.
Abrazos!
Anubak.
Ante todo, perdona la demora en responder el comentario. El caso es que estaba muy ocupado con el traslado del blog.
¡No te creas! La supuesta libertad y «apertura» que existe en Occidente sobre el sexo es sólo aparente. En primer lugar, todo eso es visto como «marginal», jamás abordado por la gente «seria» (o por lo menos no de manera explícita, abierta, sincera y natural). Siguen primando las estupideces y esquemas de las famosas «buenas costumbres» y si bien hay gente que es libre para practicar el sexo como desee, es condenada y menospreciada por el «sistema» y la opinión pública en general.
La industria del porno es otro modo de cooptar la cuestión. Se generan productos y tráfico de cosas, como si se tratara de algo marginal, indeseable y dañino. Por supuesto que hay quien se beneficia de ello, más allá del contexto socio-cultural, pero dejando de lado la mercantilización de la cuestión, ocurre que cuando existen este tipo de cosas, no se hace más que reforzar los engramas y prejuicios ya existentes.
A mi me parece que hemos progresado mucho desde la época victoriana, pero si lo comparamos con los tiempos antiguos, todavía nos falta mucho por liberar, des-prejuiciar, etc…
Es cierto lo que dices, dando el ejemplo de «1984» de George Orwell. El poder necesita del control y el sexo no puede ser controlado, sólo reprimido. Por esa razón, todos los grupos militares, policiales y relativos a la seguridad, mantienen una represión furiosa de tales impulsos (no sólo hacia fuera, sino hacia dentro de sus instituciones).
Gracias por lo que dices al final y, creo que me apropiaré de ese concepto, jeje: Este blog es para «desintoxicar» a paganos que han caído en el falso eclecticismo, la new-age o que todavía no se han sacudido del todo a la moral cristiana.
Un abrazo!
Oscar
Genial artículo y perfecta la frase con la que cierra. La sexualidad se ha utilizado durante mucho tiempo para cosificar y poseer a la mujer, su desnudez se ha sexualizado hasta límites barbáricos (cuando un cuerpo desnudo no debería asociarse necesariamente al sexo porque convertiría al individuo en objeto sexual de los demás). El placer sexual femenino se ha mitificado hasta el punto en que el acto sexual órbita en torno al disfrute del hombre, siendo el deber de la mujer complacer a éste.
Por ello en mi opinión, si, necesitamos una liberación sexual, pero ésta ha de ser feminista.