He podido observar que muchos hombres que siguen tradiciones paganas (sobre todo aquellos cercanos al Odinismo y tradiciones europeas) ensalzan la masculinidad y repudian a aquellos hombres que no se adapten a éste término (y, por supuesto, relegan a las mujeres a un segundo plano por mucho que reconozcan a las Diosas).
Entiendo el momento histórico en el que las religiones (en general) se forjaron, la historia está escrita por hombres y fundada sobre una cultura patriarcal y machista. No obstante, ¿cuál es vuestra opinión sobre que el machismo y los roles de género (opresivos no solo con las mujeres si no también con los hombres) se sigan llevando a cabo con la excusa de la tradición? ¿No es ésta una de esas cosas que se debería dejar atrás y no recuperar en cuanto al paganismo?
Saludos.
Ebba
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Al respecto de este asunto, convendrá primero aclarar algo que viene conformándose como un mito dentro del ambiente pagano: El respeto por los derechos de género; por la igualdad de ambos sexos respecto a derechos y obligaciones; la progresiva eliminación de la discriminación de conductas sexuales “alternativas” o de las diversas identidades de género, es un fenómeno humanista moderno.
Nuestra especie no es diferente de todos los demás mamíferos y, durante gran parte de la historia biológica y cultural de la misma, el instinto fue la única fuerza que prevaleció y moldeó las conductas.
Así que no hay que buscar pasados utópicos en donde los valores que antes cité se respetaron a rajatabla, porque jamás existieron.
Sí se dieron civilizaciones avanzadas, en los primeros estadios de la Historia, en donde ambos géneros tuvieron casi los mismos derechos que en la actualidad. Los dos ejemplos más notables de esto eran Egipto y la civilización Minoica. En el primer caso, la mujer sólo tenía vedado el ser Nisut-Bity o “faraón”, pero ocupaba todo tipo de cargos sacerdotales y civiles y tenía gran libertad sexual y social. Mientras que entre los minoicos, la cultura era directamente matriarcal y las mujeres tenían el control de todos los estratos superiores, en especial el religioso.
Pero esto no era algo usual y todas las culturas del tronco indoeuropeo y del semítico, profesaban una marcada represión sexual, misoginia y, en muchos casos (como entre los hebreos y árabes), homofobia.
Ahora bien, aclarado el punto anterior, hay que decir que ninguna de las culturas paganas ancestrales fue machista, homofóbica y misógina a un nivel comparable con lo que se vio a lo largo de la Historia en las religiones abrahámicas.
Es bien sabido, que la homosexualidad no era un problema en la Antigua Roma y que en Grecia era de uso común, tanto la masculina como la femenina. Pero no lo es tanto, el que todas las culturas europeas eran totalmente ajenas al tipo de prejuicios que se vieron una vez que el Cristianismo dominó la región.
No me extenderé en esto, ya que en el blog hay un artículo al respecto (¿Paganos Homofóbicos?
), en donde describo el tema a fondo.
Respecto al status de la Mujer, era variable, según la cultura y la época, pero siempre superior a la sumisión y completa restricción social que sufrió durante el auge del Cristianismo.
Entre los celtas, es harto conocido el que las mujeres podían ser reinas, guerreras y que eran tan respetadas como los hombres. El caso paradigmático en esto es Boudica, la gran reina de los icenos, que casi le hace perder Bretaña a los romanos.
Pero por otro lado, los griegos eran muy misóginos, como se evidencia entre los mismos escritos de sus filósofos y algunos episodios tanto de la historia como de la mitología. (Las feministas modernas, usan el color púrpura como emblema, porque se supone que se corresponde con el manto con que Menelao, forzó a Helena de Esparta -todavía no de Troya- a descubrirse ante sus invitados).
Entre los nórdicos, hay evidencia de que la mujer era muy respetada no sólo en su ámbito doméstico, sino como guerreras y líderes. Es así que Freyja, por más que muchos traten de ocultarlo, llegó a tener en ciertas regiones una preeminencia similar a la de Odín (y por eso, como comenté en la respuesta anterior, es “discriminada” como diosa entre los grupos odinistas modernos).
Entre los romanos, la situación era ambigua: La mujer no participaba de ninguna de las actividades cívicas importantes, pero gozaba de una considerable libertad sexual y social.
En definitiva, había un poco de todo, pero en ningún caso el panorama se parecía al que devino luego de la expansión del Cristianismo y el Islam por todo el mundo antiguo.
Ahora bien, esto es más de lo mismo: Grupos que pretenden disimular o justificar sus prejuicios, usando tradiciones paganas para ello…
Hay que entender que no se puede abordar el paganismo moderno, en cualquiera de sus formas, sin generar una ortopraxis y depurarlo de algunas antiguas costumbres que ya no tienen cabida en los tiempos actuales.
Algunas de esas cosas son obvias: Los druidas y paganos celtas, no podrán “reconstruir” la práctica del sacrificio humano, tampoco los nórdicos y, por cierto, es muy recomendable que tampoco lo hagan con el de otras especies animales (aunque en todas las culturas antiguas esto era común).
Así ocurre con otras muchas cosas… El Paganismo Reconstruccionista, bien entendido, busca el preservar lo bueno, válido y útil de las antiguas tradiciones, del legado ancestral, no sus lacras, defectos o errores.
Hoy en día, el paganismo (cualquiera sea su tradición), si es humanista e ilustrado, entiende que los valores de la Libertad y los DD.HH. son capitales y que están perfectamente sostenidos por las virtudes paganas de antaño y por la cosmovisión plural, respetuosa de la Naturaleza y de la diversidad en el plano humano, que siempre denotó el Paganismo.
Sólo los grupos con poca educación y cultura, de entre los que pretenden ser “paganos”, han de confundirse y embanderarse detrás del machismo, la homofobia; los prejuicios de género, la misoginia o la idea de una “familia virtuosa” que tienen los puritanos cristianos o los conservadores de cualquier especie.
El Paganismo siempre promovió la individualidad, la libertad sexual y el balance entre los géneros, tanto a nivel teológico como social… Las excepciones o “defectos” que enumeré más arriba, y que se corresponden con el natural y lento progreso que la Humanidad hizo en estos sentidos, debe dejarse de lado, así como lo hicimos con las creencias cerradas judeo-cristianas, en momentos de convertirnos en paganos…