Hola. Tengo algún tiempo interesado en los elementales de la naturaleza y quiero saber que tan recomendable puede ser establecer contacto y pedir guía a esas entidades, más específicamente a los duendes.
Desde hace algún tiempo he venido teniendo una afinidad muy marcada con estos seres elementales de la tierra, incluso los he visto en sueños y en mis meditaciones los he sentido dándome la bienvenida. Sin embargo me gustaría saber hasta dónde es prudente acercarse y dar entrada a estos seres, a mi me gustaría tener un guía espiritual en el mundo astral, además soy músico y no se si un duende o gnomo sería lo ideal. En caso de ser así como sería la manera más apropiada para contactarlo y establecer comunicación para pedir su guía y cuidados.
Un mágico saludo de amor y armonía.
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Primero que nada, tenemos que enmarcar este tipo de creencias… A ver si me explico: En la actualidad y desde, quizás, unos 150 años atrás, se ha venido desarrollando la idea de una «fauna metafísica» en que creen (de manera más o menos indiferenciada), muchas corrientes del paganismo moderno, las diversas tradiciones de la Wicca e, incluso, muchos new-agers y hasta cristianos.
No pretendo criticar lo anterior, pero el punto es que los diversos seres que se conciben en ese ámbito espiritual (digamos, entre los dioses y los seres mortales), no eran lo mismo para cada cultura de la Antigüedad y mientras algunas tradiciones veían en un tipo de ser algo benéfico y propicio, en otras, a ese mismo tipo de ser lo concebían como nefasto o dañino para las personas.
Entonces, lo primero que debes hacer es estudiar la «fauna metafísica» de la tradición que te interese seguir (sea dentro de cualquier rama del paganismo reconstruccionista o de la Wicca). Una vez que tengas esto en claro, podrás entender (sin ayuda de otros) qué tipo de ser te es más afín y con cuáles te puedes relacionar mejor.
Trata de no mezclar las concepciones que una u otra cultura manejaba… Si mezclas, perderás riqueza y variedad en esta búsqueda que deseas hacer y, además, los resultados serán más pobres e insatisfactorios.
Ahora bien, una vez que tengas lo anterior definido… ¿Qué hacer? ¿Cómo seguir? Bueno, el contacto con este tipo de entidades implica agudizar la intuición, la visualización y la concentración. También alejarte lo más posible del stress y la ansiedad (y, por supuesto, no «desesperarse» por obtener resultados, lo cual genera stress y decepción y dificulta el proceso).
Otro factor importante es entrar en contacto con la Naturaleza lo más posible… Si tienes la suerte de vivir cerca de zonas boscosas, rurales, montañosas; cerca del mar o de algún lugar lo más «virgen» posible, ve allí con frecuencia… Si no cuentas con esa posibilidad, tal vez te servirá un jardín o un parque no demasiado transitado y con bellas plantas, piedras y, si es posible, un pequeño lago o similar.
Medita en esas áreas, deja que el ambiente natural de compenetre y se «funda» con tu mente y tus emociones.
No creo que estas cosas sean cuestión de rituales o de prácticas en un altar… Más bien deben tener lugar cerca del elemento que te interese (con el cual quieras tener mayor vinculación). En todo caso, si te «sale» hacer algún ritual, puedes usar fórmulas ya manejadas por muchos autores conocidos o bien inventar las propias. Lo importante no es eso, sino el «comulgar» con la Madre Naturaleza.
Quisiera agregar dos cosas: Olvida la idea del «mundo astral»… Eso es un concepto ocultista y/o orientalista, que los victorianos y los new-agers del siglo XX pusieron de moda. Los «elementales» deben ser vislumbrados como parte de la Naturaleza, de ESTE mundo, de este plano… Sólo que han de ser seres sutiles, pero no parte de un mundo diferente, si me comprendes…
Otra cosa que deberías tener muy en cuenta: La división entre entidades y elementos que se suele manejar en la mayoría de los libros de magia y ocultismo modernos, no provienen de tiempos antiguos, sino que derivan de ideas que tuvo el alquimista, astrólogo y médico suizo Teofrasto Paracelso (1493 a 1541), el cual era (básicamente) cristiano y sólo recogió ideas generales que todavía sobrevivían en el folclore popular. Luego, algunos magos ceremoniales del siglo XIX, hicieron el resto.
Te recomiendo que leas este texto (es un pequeño libro):
«Tratado de los ninfos, silfos, pigmeos, salamandras y otros seres» – Teofrasto Paracelso
Con ello podrás tener claro el cómo se catalogaron los seres elementales en la magia y el ocultismo moderno (y podrás ver las diferencias que existían respecto de las verdaderas creencias paganas antiguas).
Esto es lo básico, lo demás es práctica y constancia…
¿Puede ser malo cultivar este tipo de «contactos»? No… En la medida que no los temas, que no fuerces las cosas y que no generen ningún nivel de conducta obsesiva o adictiva.
Los paganos no creemos en el «Bien» o el «Mal» como cosas absolutas. Todos los seres de la Naturaleza, incluidos los humanos, tenemos ambas cosas dentro nuestro. Lo que es importante es saberlas controlar y exteriorizar a cada una, en el momento oportuno.
Cada entidad viviente puede ser negativo o positivo según las circunstancias… Si te adentran en el estudio de estas cosas, iras aprendiendo a manejar el tema y diferenciar esos estados.
Espero que esta información te sirva…