Hola Óscar,
Últimamente, leyendo en foros sobre paganismo germánico he podido observar que prácticamente todos aquellos que se declaran dedicados al culto a Odín, reducen todas sus creencias a la necesidad de luchar con valentía y estar dispuestos a morir para entrar en el Valhalla. Literalmente.
Sin entrar a valorar la existencia de un Valhalla, tal y como lo concebían los antiguos paganos, me llama la atención como, para esta gente, sus creencias se reducen a hablar de portar armas por la calle, darse palizas con desconocidos, matar a sus agresores, enrolarse en el ejército para «vivir la batalla» porque eso es todo en su vida. Para ellos portar un símbolo ásatrú (como un Valknut por ejemplo) significa estar dispuesto a pelear a muerte (de forma literal) sea cual sea el motivo de la disputa.
Esto me descuadra porque, para mi, los valores del paganismo nórdico y sus símbolos son completamente diferentes a este, en mi opinión, sinsentido, y me da la impresión de que estas personas son sin más supremacistas blancos que aprovechan la filosofía pagana para llevar a cabo su agenda y justificar sus conductas violentas.
Me gustaría mucho oír su opinión sobre este tema. Un saludo y enhorabuena por esta magnífica web.
P.D: Pido disculpas por adelantado si no utilizo la terminología con propiedad en algún momento, ya que apenas estoy iniciándome en el camino del paganismo.-
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Bueno, para poder aclarar todo el asunto con propiedad, primero hay que dividir al cúmulo de tradiciones nórdicas y/o de movimientos culturales, sociales y políticos, que toman a lo nórdico como estandarte y separar el «trigo de la paja».
La fe ásatrúar es una religión neo-pagana, que surgió no antes de 1970, en los países nórdicos. Busca un redescubrimiento de las creencias ancestrales nórdicas, germánicas y proto-germánicas, pero haciendo una adaptación moderna, no muy diferente de lo que suele hacer la Wicca con lo celta.
En general, se basan en las «Nueve Nobles Virtudes», haciendo una extrapolación a los «Nueve Mundos» de la mitología nórdica y, dichas virtudes, están extraídas del Hávamál, Edda Mayor y considerado tradicionalmente como las palabras de Odín, en sí mismas…
Yo excluiría a los (verdaderos) ásatrúars de lo que comentas (y que es muy real), porque aunque algunos de esos personajes usen ese nombre, que significa «fe en los Asir (Ases)» (o sea en una de las ramas del panteón nórdico), no pertenecen realmente a esa fe.
Todos los verdaderos ásatrúars que yo conozco, son gente amable, que capitalizan las nociones de valor y honor de los antiguos guerreros, pero no pretenden ejercer la violencia sin razón, en modo alguno.
Pero luego tenemos a los heathens… «heathen» es una palabra germánica que, virtualmente, tiene la misma etimología que «paganus» en latín, o sea: «rústico», «aldeano», «no educado», etc…
Entre los heathens hay muchos grupos y éstos son muy diversos en cuanto a su ética, ideología e incluso en cuanto a sus creencias.
Algunos heathens son también «razonables», como la mayoría de los ásatrúars, pero más centrados en lo étnico y piensan que su fe sólo tiene sentido de ser practicada por gente que tenga ancestros germanos, nórdicos o bálticos.
Aún así, no todos llevan eso al extremo del racismo o de la violencia como camino conductual. Con frecuencia, esta rama étnica del heathenismo u odinismo, es llamada teodismo.
El odinismo sí es complejo en la mayoría de los casos… En primer lugar, casi todos los grupos que forman parte de este colectivo, parten de la falsa noción de que son «reconstruccionistas», cuando en realidad no tienen casi ninguna información antigua para lograr tal propósito (las pocas fuentes históricas de que disponemos son alusiones remotas de los romanos o ya, en el siglo IX y X de escritores cristianos, en su mayoría monjes). Por eso inventan cosas, algunas inofensivas y otras no tanto.
Entre las primeras, está el «simbel» o brindis con cuernos, que se hacía en efecto en tiempos antiguos, pero nadie sabe realmente si era más que una costumbre social (o realmente un ritual sagrado).
Entre las cosas ya nefastas, está el re-inventar la mitología nórdica, asignándole a Frigga (esposa de Odín), un protagonismo que nunca tuvo y desplazando a Freyja, la diosa nórdica principal, al día lunes (que es, en realidad, el día del dios Mani, de ahí «Monday»), sólo porque es una Vanir (diosa del otro panteón nórdico) y porque quieren un «matrimonio tradicional», como cúspide de su panteón odinista (escondiendo detrás de su «heathenismo» al más puro puritanismo protestante).
Otra cosa que olvidan es que, en todas las tradiciones de origen indoeuropeo, el dios principal del panteón siempre es el del Rayo… Zeus, Júpiter, Perún, Perkunás o el Indra de los Vedas, son ejemplo de ello… Por tanto no cabe otra que pensar que la preeminencia de Odín es tardía y vinculada con la realeza y la nobleza, mientras que la gente común siempre pensó en Thor como en su principal dios y en los vanir Freyj y Freyja como en los dioses de la fertilidad.
Bien, todo ese constructo es ridículo, fomentando la homofobia, la misoginia y el racismo… Cuando los nórdicos (me resisto a llamarlos «vikingos», dado que ese era el término que le daban los cristianos y sólo a los piratas o invasores, no a la mayoría de los habitantes pacíficos de Escandinavia) eran en realidad abiertos a comerciar, mezclarse e interactuar con todos los pueblos (desde aborígenes del Canadá, hasta moros en el Norte de África o eslavos en Rusia, país fundado básicamente por vikingos). Así como tampoco eran prejuiciosos sobre el sexo en ningún caso y sus mujeres eran guerreras independientes y libres, al igual que los hombres.
Todo este «desvío» no es casual… Nace de la teosofía y de otros grupos racistas y conservadores del siglo XIX, que luego se mezclaron con el nazismo y generaron la idea de que la antigua religión del norte tenía ese perfil violento, salvaje y radical.
De ahí salieron dislates como la «ariosofía» o la «sabiduría hiperborea», esoterismos que son más cosa de nazis que de reales paganos.
A todo este lío, hay que sumarle el que en los primeros años ’90s del siglo pasado, naciera el «viking metal» (que en sí es genial y no tiene nada de malo, pero que creó toda una contracultura reaccionaria).
Muchos adolescentes y gente joven, no ven en todo esto a una religión, sino a un sistema simbólico que les sirve para canalizar sus odios, resentimientos sociales y frustraciones.
El verdadero paganismo nórdico, mantiene un equilibrio entre los Asir y los Vanir, no es puritano ni conservador, es (como toda otra forma de paganismo) respetuoso de los dioses ajenos y si bien tiene en alta estima a los guerreros y piensa que hay que luchar si es necesario, jamás usaría la violencia contra el débil o el indefenso. Eso, de hecho, sería ir directamente en contra de las enseñanzas del Hávamál.
Penosamente, debo decirte que de cada 10 odinistas, 9 no son como esta última descripción que he hecho. Pero bueno, creo que eso pasa en todas las religiones… Entre los wiccans, por ejemplo, una buena parte sigue manteniendo la moralina cristiana como forma conductual, sigue creyendo en un dios único y cosas así.
Sobre Valhalla, bueno, ese es otro de los extravíos que sufren algunos de estos grupos: La creencia presuponía morir en combate por una causa justa y noble y con honor, no en una pelea callejera por razones mezquinas o grotescas.
El Valknut nunca debe ser usado por alguien que no sea un militar o guerrero real, dado que es virtualmente una promesa de morir en batalla hecha a Allfather Odín.
La mayoría de los paganos nórdicos (con la cabeza bien puesta) usan el Mjöllnir o «Martillo de Thor» como emblema de su fe, símbolo de una potencia natural y no necesariamente vinculada con el ejercicio de la violencia entre los seres humanos.
En sí, para decirlo simple y claro, hay muchos haters y fascistas, que aprovechan el Paganismo Nórdico para disimular sus miserias. Por desgracia, le hacen un flaco favor a esas nobles tradiciones, que en su origen, son una de las formas más legítimas (y las últimas en desaparecer) de entre el paganismo ancestral.-