Patrocina a Reflexiones Paganas!!

Patrocina a Reflexiones Paganas mediante Patreon!!
DONAR CON PAYPAL Invitame un café en cafecito.app
Modo para tablets y celulares
Artículos de Oscar Carlos Cortelezzi (OscarCo)
ServiciosTestimoniosHacer una pregunta

Calendario de Posts:

abril 2024
DLMXJVS
 123456
78910111213
14151617181920
21222324252627
282930 

Archivos

Grupos:

Próximo Sabbat:

Va a ocurrir en...
10 días
Evento

Posición Solar:



Aries

El Sol se encuentra en Aries

Miembro de la Liga para la defensa de Internet

Certificaciones:

- Blog Registrado -
Reflexiones Paganas
IBSN: 2565-157-8-50
Propiedad de:
Oscar Carlos Cortelezzi.

IBSN: Internet Blog Serial Number 2565-157-8-50

DMCA.com Protection Status

Protected by Copyscape Original Content Check

Reflexiones Paganas - QR Code

Google Transparency Report

HTTP/2

ipv6 ready

[Reputación del Sitio]

Reflexiones Paganas es un proyecto concebido para desarrollar ideas de todas las tradiciones paganas ancestrales; volver a descubrir el modo de vida, la ética, estética y la filosofía que profesaban las personas de la Antigüedad, para luego adaptarlas a la modernidad. Sin embargo, este blog no se limitará a desarrollar únicamente temáticas religiosas, sino a todo lo que directa o indirectamente, sea susceptible de verse con ojos paganos.

La idea, es de crear un ámbito donde se pueda exponer el pensamiento ancestral, pre-cristiano, verdaderamente pagano; sus bases y fundamentos, sin mixturas o sincretismos (generalmente desafortunados). Se buscará, por un lado, orientar a quienes comienzan a transitar el sendero; pero también, informar y hacer reflexionar a aquellos que profesan otras creencias, ya que existe una gran desinformación y muchos malos entendidos al respecto de lo que, genéricamente, se suele englobar bajo el término de Paganismo.


Tiempo de lectura: ~11 minutos. 3104 palabra(s).

De la Abadía de Thelema Hasta la Rede Wicca

No se trata de un concepto ancestral del Paganismo, toda vez que puede rastrearse su origen hasta personajes como François Rabelais, Aleister Crowley, Gerald Gardner y Doreen Valiente, con diversos matices e interpretaciones. Sin embargo, es una especie de abstracción remanente que puede resumir muy bien, muchos de los principios básicos de los valores paganos de antaño.

«Hacer tu voluntad será el todo de la Ley»
(Aleister Crowley)

Destino, Libre Albedrío y Voluntad:

Los paganos antiguos, sea cual fuere la cultura o civilización a la que pertenecieran, no creían en algo como el «libre albedrío», según éste es entendido por los filósofos occidentales o los teólogos cristianos. En todos los casos, existía un esquema de las cosas prefijado por la voluntad de los dioses o de otro tipo de seres.

Basta recordar a las Nornas de la mitología nórdica, las cuales vivían al pie del «Árbol del Mundo», el fresno Yggdrasil, e hilaban, tejían y destejían el Destino o Urðr de todos los seres vivos, de los hombres y de los mismos dioses. Cada ser del universo tenía el tapiz de su destino en manos de estas entidades y, el mismo, sólo era conocido por ellas.

Las Nornas

Las Nornas

En la mitología griega, Zeus gobernaba el destino de los hombres desde el Monte Olimpo, observando y dirigiendo sus vidas como si fueran sus juguetes. Mientras que en otras culturas como entre los celtas, egipcios o mesopotámicos, el destino estaba determinado por los ciclos «perpetuos» de las fuerzas naturales, las estaciones y la relación del hombre con la tierra.

En Egipto, por ejemplo, la inundación cíclica del Nilo, las siembras y las cosechas eran la métrica de las cosas, ni siquiera la voluntad del Faraón, o de los mismos dioses, podía modificar, o ir más allá, de esta especie de reloj cósmico.

El enfoque pagano sobre la «voluntad» era, en general, cumplir el rol que el destino había predeterminado para cada uno, lo mejor posible. Hacer la «propia voluntad», no era más que seguir la implícita voluntad de los dioses o de los seres del destino para cada uno. Esto, que parece contradictorio, sólo lo es porque existe un concepto diferente, presente en la mente del hombre occidental, nacido a partir del sistema de creencias judeo-cristiano.

El Cristianismo sostiene la doctrina de la «Salvación», esto es que los hombres están implícitamente forzados a una vida limitada en la Tierra y luego a la eterna condenación del Infierno. Siempre es así, a menos que se «opte» por la redención que Cristo ofreció a los hombres (según esta fe), mediante su sacrificio en la cruz.

De ello, resulta lógico implicar que existe el «libre albedrío» (es decir, la posibilidad de elegir), de otro modo, todo el esquema de la «salvación» y el «plan divino» para el Hombre, sería absurdo. Pero tal noción, ha traído infinidad de problemas a los teólogos de dicha religión y a los filósofos de tendencia cristiana.

Por un lado, los mismos conciben a su dios como un ser omnisciente y omnipotente. Entonces, se supone que éste debería conocer si cada quien se salvará o no, con antelación a que esto ocurra. Además, dada su omnipotencia, es imposible que deje de determinar tal cosa mediante su propia voluntad (como se cree en el Islam -donde todo ser ya ha sido salvado o condenado, desde el principio del tiempo, según fuera el designio de Alláh). Pero, por otro lado, si existe la posibilidad de elección y el futuro no está «escrito» (determinado), tal cosa contradice el concepto anterior.

Oráculo de Delfos

El Oráculo de Apolo, en Delfos. Donde los hombres consultaban a la pitia, en busca de su destino… Fue uno de los lugares más sagrados de la Antigüedad.

En el mundo occidental, la idea del «libre albedrío» se manifestó en toda la cultura, mucho más allá de la religión. Por esa razón, es muy extraño para el hombre moderno pensar que puede existir una absoluta compatibilidad entre «destino» y «propia voluntad».

Homero retrata muy bien la vanidad de la lucha del Hombre contra su destino en la «Odisea». Su protagonista, Odiseo o Ulises (nombre griego y romano respectivamente), trata de desafiar a los dioses, particularmente a Poseidón, Señor del Mar. Pero no logra nada para sí; tiene innumerables problemas y termina por tardar muchos años más, que sus compañeros aqueos, en llegar a su amada Ítaca, y no sin antes perder a su tripulación, embarcación y todo el botín obtenido en Ilión (nombre que los griegos daban a Troya).

Sin embargo, todos los héroes griegos necesitaban algo más que la ayuda de los dioses, o su propiciación, para lograr sus hazañas o trabajos. Lo mismo ocurría con los guerreros y, en general, con el hombre común: Se trataba de la determinación, del querer hacer, de la voluntad.

Todo este esquema, que parecería tener una especie de bipolaridad (determinismo vs. voluntad) es en realidad, un simple reflejo de lo que hoy en día se conoce a nivel científico: El Universo está formado y regido por principios deterministas denominados leyes y/o fuerzas (como la gravitación, la entropía, el electromagnetismo, etc…) y, al mismo tiempo, modificado y transformado constantemente por el azar (que actúa desde el nivel cuántico y se proyecta a escala cósmica).

La Causa y Efecto:

No puede irse contra el destino, que no es más que una visión poética o mitológica del principio de causalidad. Dicho concepto, ya había sido definido con claridad por Aristóteles y luego por la filosofía Hermética, pero siempre fue conocido de manera intuitiva por todas las civilizaciones antiguas.

La causalidad determina que, cada ocurrencia en el Cosmos es efecto de causas preexistentes y que, a su vez, ésta generará otros eventos de manera exponencial. A esto último, la física moderna lo aborda a través de la Teoría del Caos y la «sensibilidad de las condiciones iniciales», conocido popularmente como «el efecto mariposa».

Si bien podría argumentarse que, desde el punto de vista de la física, existen niveles en donde la causalidad parece no existir, estos son completamente ajenos al ámbito de la vida humana, como ser lo subatómico o lo que ocurre más allá del horizonte de eventos de un agujero negro. En el plano de la materia normal (de la «física de Newton») y por ende del ser humano, la causalidad es una ley natural que se cumple sin excepción.

Pero, pese a que esta ley rige la existencia, al mismo tiempo, ejerciendo la voluntad, es posible ser protagonista del propio destino y no sólo su instrumento, dejándose arrastrar por él.

Para el pagano, hacer o llevar a cabo «la propia voluntad», no es otra cosa que cumplir su rol en el esquema de las cosas, estar en sintonía con los ciclos y ritmos del Universo y, de esa manera, ser protagonista de la Existencia.

La Abadía de Thelema:

François Rabelais

François Rabelais

La primera versión del «Haz lo que quieras» no tiene un origen pagano, ni siquiera religioso. Fue enunciada por François Rabelais (h. 1494 – 1553), quien fuera un escritor y humanista francés del Renacimiento. Rabelais habla de la «Abadía de Thelema» en su libro «Gargantúa y Pantagruel». En dicha abadía, el gigante Gargantúa había dispuesto que la única regla sería «Haz lo que quieras».

El la Abadía de Thelema, Rabelais describe una suerte de comunidad ideal. Sus miembros, no tienen necesidad de leyes, moral, mandatos; de la asistencia de jueces o abogados ni de ninguna clase de líderes o gobernantes, menos aún de religión. Es un modelo en el que sólo la inteligencia, la razón, la cultura y la pasión humana rigen las cosas. También es un sistema en donde la igualdad y la libertad son absolutas.

En su libro «Gargantúa» (cap. LVII), publicado en 1534, el autor declara:

«En su regla no había más que esta cláusula: «Haz lo que quieras». Porque las gentes bien nacidas, libres, instruidas y rodeadas de buenas compañías, tienen siempre un instinto y aguijón que les impulsa a seguir la virtud y apartarse del vicio; a este acicate le llaman honor. Cuando por vil sujeción y clausura se ven constreñidos y obligados, pierden la noble afición que francamente los inducía a la virtud y dirigen todos sus esfuerzos a infringir y quebrantar esta necia servidumbre, porque todos los días nos encaminamos a lo prohibido, y constantemente ambicionamos lo que se nos niega.»

El autor era un típico renacentista, alejado lo más posible de la religión, en la medida que eso era factible en aquellos tiempos. Un rebelde e individualista, que no estaba interesado en «lo social» sino en la libertad y el crecimiento personal.

Sin embargo, existe un sentido ético en tal esquema: La idea de que el Hombre, liberado de todos los prejuicios, fanatismos, traumas, compulsiones y conductas reprimidas; desembarazado de los poderes religiosos, políticos y de la tradición familiar, se comportará de manera naturalmente noble. De que lo hará, sin necesidad de ser regido por cualquier ley que no sea su propia voluntad.

En esta concepción utópica, queda en evidencia un sentido de vuelta a lo natural, a que el Hombre se rija por lo que sus necesidades le dictan y no por reglas inventadas a partir de algún sistema de creencias, sea este heredado o impuesto por algún poder fáctico.

Con lo lejos que esto pareciera estar de una visión pagana de la vida, en realidad posee el mismo núcleo conductual: Vivir sin artificios, sin normativas basadas en lo que «debería ser» o en lo que «se cree que» es bueno. Lo bueno y lo malo dejan de tener sentido alguno, ante la óptica del ejercicio de la Voluntad.

Pero regirse por la voluntad, «hacer lo que se quiera», tanto en la Abadía de Thelema como en la conducta del pagano, no implica avasallar a otros seres en pos de lograr lo que uno desea. Esto es así, porque en ambos casos el planteo se hace en un nivel tanto individual como colectivo. La voluntad propia se detiene en su afán de cumplir lo que desea, si tal cosa menoscaba o impide la consecución de la voluntad de los demás. Es un equilibrio natural, un anarquismo y liberalismo «de la vida», donde todo se acomoda, sin tener un poder superior que trate de «ordenarlo» (sea este moral, político o religioso).

La voluntad de un hombre verdaderamente libre, es el reflejo del mandato natural. De nuevo aparece la sincronía perfecta entre el destino, la propia voluntad y la de los dioses, ya que en la cosmovisión pagana, no existe otra «Verdad» que la expresada a través de todas y cada una de las manifestaciones de la Naturaleza, de la Tierra y de la Vida. Como decía Aristóteles, «la Realidad es la única Verdad».

La Thelema de Crowley:

A finales del siglo XIX, Aleister Crowley tomó la alegoría de la «Abadía de Thelema» y utilizó tanto su nombre como la idea de aquella única ley, «Haz tu Voluntad», pero esta vez modificada para promover directamente lo comentado con anterioridad: El ejercicio de la voluntad como forma de protagonizar el propio destino.

Aleister Crowley

Aleister Crowley

La palabra thelema, utilizada por Aleister Crowley para nombrar a su filosofía religiosa, es una transliteración al inglés del griego koiné (helenístico o lengua común) de la palabra θελημα, que significa «voluntad». La raíz etimológica de la misma: θελω, podría traducirse como «yo determino…» o «yo resuelvo…».

Si bien la visión de Crowley es contracultural, buscando provocar al sistema de creencias hegemónico, no por ello deja de repetir (en varias partes de su obra) la idea de que «la voluntad del hombre», ejercida plenamente y con completo dominio de sí, no es diferente de la «voluntad divina». Que cuando el Hombre tiene absoluta libertad y dejó atrás la carga de los prejuicios y normas heredadas, abre un «canal» para que la voluntad de lo superior gobierne lo inferior.

Este concepto capital en la filosofía de Crowley, se sintetiza en «Hacer tu voluntad será el todo de la Ley», expresado en su libro más célebre: «Liber AL vel Legis» (o «Libro de la Ley»). La doctrina de la Thelema, abría de tener una significativa importancia en una de las más influyentes corrientes neopaganas del siglo XX: La Wicca.

La Rede Wicca:

El ocultista, brujo y escritor británico Gerald Gardner, quien fuera el principal iniciador de la fe Wicca, tomó de Aleister Crowley, entre otras cosas, la idea de «hacer la propia voluntad» como único mandato moral. Existe un amplio debate sobre esta cuestión, pero el hecho es que Gardner era aficionado a tomar ideas de otros autores e incluso grandes partes de sus obras para crear las suyas.

Gerald Gardner

Gerald Gardner

Gardner y Crowley fueron miembros de la orden ocultista de la Golden Dawn («Hermetic Order of the Golden Dawn» u «Orden Hermética del Alba Dorada»), así como amigos durante muchos años. No existe un consenso sobre el origen de la «Rede Wicca» (rede es una palabra que, en el inglés medieval, significa «consejo»), pero no hay duda que su enunciado fundamental está inspirado en la ley de la Thelema establecida por Crowley.

En 1964 apareció la célebre frase de ocho palabras (en inglés): «An Ye Harm None, Do What Ye Will» que generalmente se ha traducido al español como «Haz lo que quieras, pero no dañes a nadie». Dentro de la Wicca, dicho consejo pasó a tener un carácter específicamente moral.

Ni la frase en sí, ni el poema que se conoce con el mismo nombre, es un mandato o «ley» para el wiccan, pero, pese a ello, se ha convertido en uno de los basamentos fundamentales de dicha creencia. Sin embargo, de manera paradójica, a medida que esta religión fue evolucionando en diversas tradiciones, incorporando nuevas ideas y, en particular, desarrollando sus versiones eclécticas, el consejo de la Rede, dejó de poseer esa poderosa significación de regirse por la propia voluntad.

La línea directriz conductual de la Wicca, se generó como una suerte de versión occidental de la ley hindú del Karma, y es llamada la «Ley de Tres», «Threefold Law of Return” o “Ley del Triple Retorno”, aparecida por primera vez en la revista “Beyond” (1968) bajo el título de la “Regla de Tres”. En la versión de la Rede atribuida a Doreen Valiente, se expresa como: «La ley de las tres veces debes recordar… Malo tres veces, bueno tres veces», haciendo alusión a que se recibirá en forma triple lo que uno hiciere con los demás.

Por otra parte, aquel agregado de «mientras no dañes a nadie», es en realidad una expresión de deseos o manifestación de intención. Esta idea, podría ser expresada más exactamente mediante el enunciado: «tratar de no dañar a nadie». Punto en que, los wiccans, en la mayor parte de sus diversas tradiciones y covens extienden a toda forma de vida, no sólo a otros seres humanos.

Doreen Valiente

Doreen Valiente

El solo hecho de vivir (esto vale para cualquier ser, no sólo para el Hombre), provoca daño en otras criaturas y en el ambiente; cualquier acción realizada tiene como consecuencia ineluctable, en mayor o menor medida, un cierto daño o modificación del entorno, algún efecto sobre los demás seres vivientes. Incluso los actos más nimios o involuntarios como respirar, afectan a quienes están cerca, dado que el oxígeno necesario para la vida disminuye en el lugar.

En el neo-paganismo en general, predomina un sentimiento refractario a las organizaciones rígidas, las normas impuestas, los reglamentos, la sistematización o estructura de cualquier clase. Muchos de los seguidores de las diversas formas en que este se manifiesta, suelen aludir a «seguir en solitario» al camino del Paganismo. En el contexto anterior, se toma como norma de vida el ser responsable del propio destino y de los propios actos, el hacer lo que se quiera o desee, pero sin dañar a los demás.

La Responsabilidad en el Paganismo:

En muchas creencias religiosas de la humanidad, existe alguna idea de «perdón de los pecados», redención, exculpación o de cualquier clase de «alivio» para las «transgresiones» o los actos negativos que cada persona haya llevado a cabo en su vida.

Esto es particularmente cierto en el Cristianismo y, por tanto, toda la civilización occidental tiene una suerte de distorsión cognitiva sobre la cuestión, se sea o no creyente de esa fe o de cualquier otra. 2000 años de hegemonía de esa religión sobre la psicología del hombre de Occidente, ha hecho que la mayoría crea posible encontrar caminos para expiar las culpas o que las mismas le sean perdonadas.

Sin embargo, tal cosa no existe en sentido alguno, dentro de ninguna de las corrientes importantes del neo-paganismo y mucho menos existió en el paganismo ancestral. Las acciones del Hombre provocan consecuencias que a su vez desencadenan cadenas causales hasta el infinito. Los acontecimientos, una vez producidos, quedan más allá del control de su ejecutor. Cada causa tiene su efecto y cada acción su reacción, nada hay en el Universo que pueda impedir esto.

Por lo anterior, el pagano de antaño conocía que sus acciones eran «para siempre», que él era el único responsable de sus actos y que nadie, ni dios ni hombre, podían cambiar lo bueno o malo que éste había hecho. En la noción pagana de la vida, cada persona carga con sus acciones hasta su tumba y, quizás, más allá. Esta misma creencia es compartida por la mayoría de los paganos realmente comprometidos de la actualidad.

De todo esto, surge el sentido de responsabilidad que todo pagano tiene como premisa clara y permanente en su existencia. Esto se traduce en la toma del control del propio destino y del hacer uso de la propia voluntad, alejándose de dogmas, principios morales artificiales o de las costumbres seguidas sólo por el peso de las tradiciones.

El pagano no vive clamando que sus dioses lo perdonen, sino que ruega por propiciación para que su voluntad siempre esté en consonancia con los ritmos y ciclos de la existencia. Busca la concreción de sus deseos y ambiciones por su propio camino, pero sabiendo que los grandes lineamientos de éste serán establecidos por el destino que la Vida ha dispuesto para él.

Por esa razón, el Paganismo es para aquellos que quieren transitar el camino de la Vida por su propia cuenta, sin esperar que algún dios o que los demás, haga las cosas por ellos, solucionen sus problemas o perdonen sus «culpas». Es para quienes saben que, sólo el Destino y su propia voluntad signan su existencia.-

[Use copiar (Ctrl + C) y pegar (Ctrl + V)]

Tiempo de lectura: ~7 minutos. 1991 palabra(s).

El Cuervo

Cierta noche aciaga, cuando, con la mente cansada,
meditaba sobre varios libracos de sabiduría ancestral
y asentía, adormecido, de pronto se oyó un rasguido,
como si alguien muy suavemente llamara a mi portal.
«Es un visitante -me dije-, que está llamando al portal;
sólo eso y nada más.»

¡Ah, recuerdo tan claramente aquel desolado diciembre!
Cada chispa resplandeciente dejaba un rastro espectral.
Yo esperaba ansioso el alba, pues no había hallado calma
en mis libros, ni consuelo a la perdida abismal
de aquella a quien los ángeles Leonor podrán llamar
y aquí nadie nombrará.

Cada crujido de las cortinas purpúreas y cetrinas
me embargaba de dañinas dudas y mi sobresalto era tal
que, para calmar mi angustia repetí con voz mustia:
«No es sino un visitante que ha llegado a mi portal;
un tardío visitante esperando en mi portal.
Sólo eso y nada más».

Mas de pronto me animé y sin vacilación hablé:
«Caballero -dije-, o señora, me tendréis que disculpar
pues estaba adormecido cuando oí vuestro rasguido
y tan suave había sido vuestro golpe en mi portal
que dudé de haberlo oído…», y abrí de golpe el portal:
sólo sombras, nada más.

La noche miré de lleno, de temor y dudas pleno,
y soñé sueños que nadie osó soñar jamás;
pero en este silencio atroz, superior a toda voz,
sólo se oyó la palabra «Leonor», que yo me atreví a susurrar…
sí, susurré la palabra «Leonor» y un eco volvióla a nombrar.
Sólo eso y nada más.

Aunque mi alma ardía por dentro regresé a mis aposentos
pero pronto aquel rasguido se escuchó más pertinaz.
«Esta vez quien sea que llama ha llamado a mi ventana;
veré pues de qué se trata, que misterio habrá detrás.
Si mi corazón se aplaca lo podré desentrañar.
¡Es el viento y nada más!».

Mas cuando abrí la persiana se coló por la ventana,
agitando el plumaje, un cuervo muy solemne y ancestral.
Sin cumplido o miramiento, sin detenerse un momento,
con aire envarado y grave fue a posarse en mi portal,
en un pálido busto de Palas que hay encima del umbral;
fue, posose y nada más.

Esta negra y torva ave tocó, con su aire grave,
en sonriente extrañeza mi gris solemnidad.
«Ese penacho rapado -le dije-, no te impide ser
osado, viejo cuervo desterrado de la negrura abisal;
¿cuál es tu tétrico nombre en el abismo infernal?»
Dijo el cuervo: «Nunca más».

Que una ave zarrapastrosa tuviera esa voz virtuosa
sorprendióme aunque el sentido fuera tan poco cabal,
pues acordaréis conmigo que pocos habrán tenido
ocasión de ver posado tal pájaro en su portal.
Ni ave ni bestia alguna en la estatua del portal
que se llamara «Nunca más».

Mas el cuervo, altivo, adusto, no pronunció desde el busto,
como si en ello le fuera el alma, ni una sílaba más.
No movió una sola pluma ni dijo palabra alguna
hasta que al fin musité: «Vi a otros amigos volar;
por la mañana él también, cual mis anhelos, volará».
Dijo entonces: «Nunca más».

Esta certera respuesta dejó mi alma traspuesta;
«Sin duda» – dije-, repite lo que ha podido acopiar
del repertorio olvidado de algún amo desgraciado
que en su caída redujo sus canciones a un refrán:
«Nunca, nunca más».

Como el cuervo aún convertía en sonrisa mi porfía
planté una silla mullida frente al ave y el portal;
y hundido en el terciopelo me afané con recelo
en descubrir que quería la funesta ave ancestral
al repetir: «Nunca más».

Esto, sentado, pensaba, aunque sin decir palabra
al ave que ahora quemaba mi pecho con su mirar;
eso y más cosas pensaba, con la cabeza apoyada
sobre el cojín purpúreo que el candil hacía brillar.
¡Sobre aquel cojín purpúreo que ella gustaba de usar,
y ya no usará nunca más!

Luego el aire se hizo denso, como si ardiera un incienso
mecido por serafines de leve andar musical.
«¡Miserable! -me dije-. ¡Tu Dios estos ángeles dirige
hacia ti con el filtro que a Leonor te hará olvidar!
¡Bebe, bebe el dulce filtro, y a Leonor olvidarás!».
Dijo el cuervo: «Nunca más».

«¡Profeta! -grité-, ser malvado, profeta eres, diablo alado!
¿Del Tentador enviado o acaso una tempestad
trajo tu torvo plumaje hasta este yermo paraje,
a esta morada espectral? ¡Mas te imploro, dime ya,
dime, te imploro, si existe algún bálsamo en Galaad!»
Dijo el cuervo: «Nunca más».

«¡Profeta! -grité-, ser malvado, profeta eres, diablo alado!
Por el Dios que veneramos, por el manto celestial,
dile a este desventurado si en el Edén lejano
a Leonor, ahora entre ángeles, un día podré abrazar».
Dijo el cuervo: «¡Nunca más!».

«¡Diablo alado, no hables más!», dije, dando un paso atrás;
¡Que la tromba te devuelva a la negrura abisal!
¡Ni rastro de tu plumaje en recuerdo de tu ultraje
quiero en mi portal! ¡Deja en paz mi soledad!
¡Quita el pico de mi pecho y tu sombra del portal!»
Dijo el cuervo: «Nunca más».

Y el impávido cuervo osado aun sigue, sigue posado,
en el pálido busto de Palas que hay encima del portal;
y su mirada aguileña es la de un demonio que sueña,
cuya sombra el candil en el suelo proyecta fantasmal;
y mi alma, de esa sombra que allí flota fantasmal,
no se alzará…¡nunca más!

Por Edgar Allan Poe (1845)

The Raven

The Raven

Once upon a midnight dreary, while I pondered, weak and weary,
Over many a quaint and curious volume of forgotten lore,
While I nodded, nearly napping, suddenly there came a tapping,
As of some one gently rapping, rapping at my chamber door.
«‘Tis some visitor,» I muttered, «tapping at my chamber door,
Only this and nothing more.»

Ah, distinctly I remember it was in the bleak December,
And each separate dying ember wrought its ghost upon the floor.
Eagerly I wished the morrow; vainly I had sought to borrow
From my books surcease of sorrow, sorrow for the lost Lenore,
For the rare and radiant maiden whom the angels name Lenore,
Nameless here for evermore.

And the silken sad uncertain rustling of each purple curtain
Thrilled me, filled me with fantastic terrors never felt before;
So that now, to still the beating of my heart, I stood repeating
«‘Tis some visitor entreating entrance at my chamber door,
Some late visitor entreating entrance at my chamber door;
This it is and nothing more.»

Presently my soul grew stronger; hesitating then no longer,
«Sir,» said I, «or Madam, truly your forgiveness I implore;
But the fact is I was napping, and so gently you came rapping,
And so faintly you came tapping, tapping at my chamber door,
That I scarce was sure I heard you», here I opened wide the door,
Darkness there and nothing more.

Deep into that darkness peering, long I stood there wondering, fearing,
Doubting, dreaming dreams no mortals ever dared to dream before;
But the silence was unbroken, and the stillness gave no token,
And the only word there spoken was the whispered word, «Lenore?»
This I whispered, and an echo murmured back the word, «Lenore!»,
Merely this and nothing more.

Back into the chamber turning, all my soul within me burning,
Soon again I heard a tapping something louder than before.
«Surely,» said I, «surely that is something at my window lattice;
Let me see, then, what thereat is and this mystery explore,
Let my heart be still a moment and this mystery explore;
‘Tis the wind and nothing more.»

Open here I flung the shutter, when, with many a flirt and flutter,
In there stepped a stately Raven of the saintly days of yore.
Not the least obeisance made he; not a minute stopped or stayed he,
But, with mien of lord or lady, perched above my chamber door,
Perched upon a bust of Pallas just above my chamber door,
Perched, and sat, and nothing more.

Then the ebony bird beguiling my sad fancy into smiling,
By the grave and stern decorum of the countenance it wore,
«Though thy crest be shorn and shaven, thou,» I said, «art sure no craven,
Ghastly grim and ancient Raven wandering from the Nightly shore,
Tell me what thy lordly name is on the Night’s Plutonian shore!»
Quoth the Raven, «Nevermore.»

Much I marvelled this ungainly fowl to hear discourse so plainly,
Though its answer little meaning, little relevancy bore;
For we cannot help agreeing that no living human being
Ever yet was blessed with seeing bird above his chamber door,
Bird or beast upon the sculptured bust above his chamber door,
With such name as «Nevermore.»

But the Raven, sitting lonely on that placid bust, spoke only
That one word, as if its soul in that one word he did outpour
Nothing farther then he uttered; not a feather then he fluttered,
Till I scarcely more than muttered: «Other friends have flown before,
On the morrow he will leave me, as my Hopes have flown before.»
Then the bird said «Nevermore.»

Startled at the stillness broken by reply so aptly spoken,
«Doubtless,» said I, «what it utters is its only stock and store,
Caught from some unhappy master whom unmerciful Disaster
Followed fast and followed faster till his songs one burden bore,
Till the dirges of his Hope that melancholy burden bore
Of ‘Never, nevermore.'»

But the Raven still beguiling all my sad soul into smiling,
Straight I wheeled a cushioned seat in front of bird and bust and door;
Then, upon the velvet sinking, I betook myself to linking
Fancy unto fancy, thinking what this ominous bird of yore,
What this grim, ungainly, ghastly, gaunt, and ominous bird of yore
Meant in croaking «Nevermore.»

This I sat engaged in guessing, but no syllable expressing
To the fowl whose fiery eyes now burned into my bosom’s core;
This and more I sat divining, with my head at ease reclining
On the cushion’s velvet lining that the lamp-light gloated o’er,
But whose velvet violet lining with the lamp-light gloating o’er
She shall press, ah, nevermore!

Then, methought, the air grew denser, perfumed from an unseen censer
Swung by Seraphim whose foot-falls tinkled on the tufted floor.
«Wretch,» I cried, «thy God hath lent thee, by these angels he hath sent thee
Respite, respite and nepenthe from thy memories of Lenore!
Quaff, oh quaff this kind nepenthe and forget this lost Lenore!»
Quoth the Raven, «Nevermore.»

«Prophet!» said I, «thing of evil! prophet still, if bird or devil!
Whether Tempter sent, or whether tempest tossed thee here ashore,
Desolate, yet all undaunted, on this desert land enchanted,
On this home by Horror haunted, tell me truly, I implore,
Is there… is there balm in Gilead? tell me, tell me, I implore!»
Quoth the Raven, «Nevermore.»

«Prophet!» said I, «thing of evil! prophet still, if bird or devil!
By that Heaven that bends above us, by that God we both adore,
Tell this soul with sorrow laden if, within the distant Aidenn,
It shall clasp a sainted maiden whom the angels name Lenore,
Clasp a rare and radiant maiden whom the angels name Lenore.»
Quoth the Raven, «Nevermore.»

«Be that our sign of parting, bird or fiend!» I shrieked, upstarting,
«Get thee back into the tempest and the Night’s Plutonian shore!
Leave no black plume as a token of that lie thy soul has spoken!
Leave my loneliness unbroken! quit the bust above my door!
Take thy beak from out my heart, and take thy form from off my door!»
Quoth the Raven, «Nevermore.»

And the Raven, never flitting, still is sitting, still is sitting
On the pallid bust of Pallas just above my chamber door;
And his eyes have all the seeming of a demon’s that is dreaming
And the lamp-light o’er him streaming throws his shadows on the floor;
And my soul from out that shadow that lies floating on the floor
Shall be lifted… nevermore!

By Edgar Allan Poe (1845)

Documento de Dominio Público (autor fallecido hace más de 50 años).
• Archivo PDF disponible

[Use copiar (Ctrl + C) y pegar (Ctrl + V)]

Tiempo de lectura: ~1 min. 191 palabra(s).

Cuando arriba los cielos no habían sido nombrados
y la tierra firme abajo no había sido llamada por su nombre;
y nada sino el Apsu primordial, el Padre de Todo, el más antiguo de los seres
y Mummu-Tiamat, la que los dio a luz a todos,
sus aguas, como un solo cuerpo, confundían;
y los desechos del junco no se habían hacinado,
el carrizal no había aparecido;
cuando ninguno de los dioses no habían sido traídos al ser
ni llamados con nombre, no destinados sus destinos,
entonces sucedió que los dioses fueron formados
dentro de las Aguas de Apsu-Tiamat.

Enuma Elish

Before the Skies had been named
Before the Earth below had been named None
but Apsu The All-Father, Oldest of Beings
And Mummu-Tiamat Mother who bore them, Existed.
Their Waters merged into One;
There were no fields or marshes
Before any Gods came into being.
The Powers had no Names Their
Destinies had not been Fixed.
The Gods were then created
Within the Waters of Apsu-Tiamat.

(Enûma Eliš, «Poema Babilónico de la Creación», Tablilla I, 1-9. h. 1200 a.C.)
(Enûma Eliš, «Babylonian Creation Myth», Table I, 1-9. c. 1200 b.C.)

[Use copiar (Ctrl + C) y pegar (Ctrl + V)]

Frase del Día:

«Toda tecnología lo suficientemente avanzada es indistinguible de la magia.»

— Arthur C. Clarke,
(1917 – 2008, escritor británico)

Artículos recomendados a los lectores:

Estadísticas del Sitio:

 Día Sábado 20, de Abril de 2024 

| Posts: 380 | Páginas: 48 | Libros: 12 | Faqs: 29 | Eventos: 3 | Preguntas: 29 | Respuestas: 31 | Testimonios: 4 | Términos: 2 | Notas: 6 | Base de conocimientos: 1 | Mitos: 1 | Efemérides: 0 | Personajes: 0 | Revisiones de Libros: 0 | Estados: 38 | Imágenes: 909 | Comentarios: 224 | Subscriptores: 319 | Tags: 2261 | Categorías: 63 |

Total de posts: [555].

Este blog comenzó el 13-08-2012, hace: 4268 días...

Actualizado en: 27-05-2017

Los posts sugeridos para la lectura por parte del Webmaster...

  • Origen del Término Pagano

    Análisis y estudio de la historia del término pagano y de su validez como denominación para el grupo de religiones basadas en la Tierra y todas las tradiciones ancestrales no-cristianas. Evolución de un vocablo que identifica a nuestras creencias. La historia de un término controversial y menospreciado, que ha llegado a ser el orgullo y el emblema de los que pertenecemos a dicha religión. Leer más…

  • El sano ejercicio de la blasfemia

    La mayoría de las personas, están acostumbradas a obedecer el mentado mandato moral, a aceptar que hay cosas que no se pueden decir, que hay temas que no se pueden criticar... Este artículo analiza el concepto de blasfemia a través de la historia de las religiones y su posible uso como arma no-violenta, en contra del fundamentalismo y el integrismo abrahámico y el pro de la causa del laicismo. Leer más…

  • ¿Existe el Karma?

    El Karma, en su origen, fue una doctrina hindú utilizada para propósitos muy diferentes de los que los occidentales tienen en mente al usar dicho término. Este artículo trata de ahondar en la historia de este concepto y analizar si es válido o no dentro de las creencias paganas. Leer más…

  • Origen de la palabra religión

    En este artículo, nos adentraremos en la etimología de la palabra "religión" y exploraremos las profundas implicaciones que conllevan sus diversas interpretaciones. Demostraremos que este aspecto fundamental de la cultura humana, puede adquirir significados muy distintos según la versión que se acepte para el caso. Leer más…

  • ¿Paganos oscuros y paganos de la luz?

    Análisis sobre la errónea tendencia dentro del neopaganismo, de creer que existe el BIEN y el MAL como tales y de tratar de volcarse hacia lo luminoso en vez de buscar en término medio, así como también del lamentable prejuicio de algunos respecto de los senderos de la mano izquierda. Leer más…

  • Ego, individualidad y paganismo

    El Ego es rechazado por las religiones abrahámicas, la New Age, las ideologías colectivistas y el posmodernismo. En este artículo se tratará de explicar el porqué, esa postura, dificulta la evolución, tanto de individuos como de colectivos humanos; también el contrasentido que existe entre ser pagano y renegar de la búsqueda de la excelencia y el reconocimiento. Leer más…

  • ¿Por qué los dioses están en los cielos?

    La Humanidad, siempre ha mirado a los cielos con respeto, temor, devoción y asombro. Casi todos los dioses mayores, de todas las religiones, han tenido ese origen: Los cielos abiertos. Este artículo expone las diversas razones por las cuales, todavía hoy, casi casi cualquier alusión a lo divino, implica hacerlo también con la inmensidad celeste. Leer más…

  • El Pensamiento Mítico-Simbólico

    En nuestra sociedad moderna, damos por sentado que la única forma de pensar (correctamente) es la que comprende mecanismos lógico-racionales. Sin embargo, durante gran parte de nuestra historia y, sobre todo, en los albores de nuestra especie, utilizamos el pensamiento mítico-simbólico para desarrollar la cultura... Este artículo trata de porque es necesario (sin abandonar el moderno racionalismo) el revalorizar aquella otra forma de pensar y así alcanzar un balance que ayude a la evolución de nuestras consciencias... Leer más…

  • Ecologismo vs. Conservacionismo

    Diferencias entre ecologistas y conservacionistas. Una reflexión sobre las distorsiones politizadas y los falsos conceptos de que adolece la mayor parte del movimiento ecologista moderno. Leer más…

  • De las Lupercales a «San Valentín»

    La historia de como una sagrada celebración pagana de la Antigua Roma y una festividad religiosa nórdica, terminaron por fusionarse con el folclore y la superstición cristiana para generar el Día de San Valentín, que luego devino en otro de los tantos eventos calendáricos aprovechados por los intereses económicos para lucrar con la estupidez y la inercia cultural de los ciudadanos. Una historia que todo pagano (y también todo cristiano) debe conocer. Leer más…

  • Cultos Angélicos y Paganismo

    Se trata de uno de los sincretismos más desafortunados entre las creencias paganas y las cristianas. Abordado por muchas tendencias new-ages y paganas de corte light, genera un sinfín de confusiones respecto de qué son los ángeles o si son válidos dentro del contexto de las creencia paganas. Este es un breve artículo que trata de puntualizar las irreconciliables antinomias entre el culto angélico y el paganismo. Leer más…

  • De fuentes y libros…

    En el ambiente pagano, existe una gran dificultad para enmarcar el aprendizaje de manera correcta, lógica y productiva. En este artículo, se analizan una serie de sesgos cognitivos y falacias del conocimiento, que conspiran contra ello, y se trata de buscar reglas claras para solucionar estos problemas. Leer más…

Posts Recientes:

Paganismo y parejas interreligiosas…
Oscar Carlos Cortelezzi
21-01-2024
Elecciones presidenciales de Argentina – 2023
Oscar Carlos Cortelezzi
09-12-2023
Dioses ancestrales versus entidades subjetivas…
Oscar Carlos Cortelezzi
25-11-2023
Origen de la palabra religión
Oscar Carlos Cortelezzi
30-10-2023
Las Letanías de Satán
Oscar Carlos Cortelezzi
07-10-2023
Pensamiento de colmena…
Oscar Carlos Cortelezzi
13-09-2023
Del rigor histórico, las fuentes y el paganismo…
Oscar Carlos Cortelezzi
12-08-2023
De cómo elegir un panteón y a sus dioses…
Oscar Carlos Cortelezzi
11-06-2023
Una realidad, muchas verdades…
Oscar Carlos Cortelezzi
04-05-2023
¿Cómo comprender los relatos de la mitología?
Oscar Carlos Cortelezzi
07-04-2023

Universo Pagano

webmaster@universo-pagano.com http://www.universo-pagano.com/ Oscar Carlos Cortelezzi

Proyecto de reconstru-cción, divulgación y redes-cubrimiento de todas las tradiciones paganas ances-trales y del legado que ofrecen a la Humanidad.

Esta página, tiene por objeto la difusión y redescubrimiento del Paganismo. Además, el promover, difundir y defender el Paganismo, como religión, forma de vida, filosofía, sistema ético y modo de ver la Vida. Divulgar su naturaleza y contenido, redescubrir sus antiguos valores, historia, mitología y conceptos éticos. Crear un ámbito de debate abierto, donde todo esto pueda generarse con libertad y seriedad.

Universo Pagano es un proyecto nacido en 2001 que tiene por finalidad el encontrar puntos en común entre todas las tradiciones del Paganismo; difundir toda la información posible sobre éste; esclarecer sus puntos controversiales y dar soporte a todos aquellos paganos que quieran publicar sus ideas y creencias en la red.

Únete a la Página »»
Únete al Grupo de Facebook »»
Síguenos en Twitter »»

Reflexiones Paganas en Facebook:

Canal de YouTube:

Reflexiones Paganas en Spotify (Podcasts):

Otros canales de podcasts:

Oscar Carlos Cortelezzi (En Facebook):

Oscar Carlos Cortelezzi Oscar Carlos
 Cortelezzi (OscarCo)

Página oficial de en Facebook.

Me gusta lo desconocido, el Erebus... Me complazco en las diferencias, en la pluralidad, en la variedad. Me interesa la realidad tal cual es, pero presto atención a la verdad de cada quien. Estoy en una búsqueda que sólo terminará cuando muera.

Únete »»


Oscar Carlos CortelezziSi desea seguir o solicitar amistad a Oscar Carlos Cortelezzi (OscarCo) en su perfil de Facebook, haga click aquí »»

(Las solicitudes de amistad se aceptarán según la disponibilidad de lugar en la cuenta respectiva).

Universo Pagano - Twitter

Síganos en Twitter:
@UniversoPagano

Posiciones Planetarias:

   20-Apr-2024, 11:32 UTC/GMT

  Sol 00° 52' 36"
  Luna 22° 19' 40"
  Mercurio 17° 02' 24" R
  Venus 18° 54' 27"
  Marte 22° 08' 40"
  Júpiter 21° 41' 17"
  Saturno 15° 39' 42"
  Urano 21° 47' 46"
  Neptuno 28° 35' 46"
  Plutón 02° 04' 06"
Luna Gibosa Creciente

Luna Gibosa Creciente

Grass Moon

La Luna se encuentra en Virgo
Su edad es de 11,50 día
Visible en un: 88%

  Distancia: 63,73 radios terrestres.
  (405.502,070 Km)
  Latitud Eclíptica: 2,04 grados.
  Longitud Eclíptica: 169 grados.
  Día Juliano: 2460421
 

 Estado actual del Sol:

Sun latest image

 Posición Solar »»