Durante los últimos tiempos, mucho se viene debatiendo sobre si la Wicca es una religión o no… Sin embargo, tal debate resulta ocioso, «bizantino», en virtud de que, como todo proceso de corte espiritual, la misma se ha expandido y ha abordado horizontes que están mucho más allá de lo que aspiraban sus fundadores.
Se le suele dar demasiada importancia a aspectos «técnicos» y/o anecdóticos, sobre las tradiciones wiccans y los hechos fundacionales de las mismas, cuando, en realidad, tales cosas, desde lo antropológico (léase: desde el análisis del origen de las religiones y de «qué es» una religión) tiene muy poca relevancia.
Las religiones, son procesos culturales con vida propia. Casi ninguna de las históricas (entiéndase por tales a las que fueron fundadas o comenzaron puntualmente, contra las naturales, que tienen un origen impreciso, por decantación cultural), lo fueron como una «religión» en sí, quizás con la excepción del Islam.
La mayoría de las mismas, nacieron como escuelas filosóficas (el Buddhismo, por ejemplo); reformas de sistemas religiosos preexistentes (como el Cristianismo respecto del Judaísmo) o filosóficos anteriores; sistemas mágico-rituales (como la Wicca original), etc… Pero luego, con el paso de las décadas y los siglos, devienen en otra cosa, van más allá del alcance o sentido que se les dio en su fundación (o de los deseos de sus referentes originales).
El ejemplo más dramático de lo anterior, es el del Cristianismo: Un movimiento nacido en torno a un semi-legendario rabí de Galilea, que fue pacifista pero anti-romano, y que terminó con la muerte por crucifixión de éste, para luego, unos 300 años después, devenir en la religión oficial del Imperio que ajustició a ese individuo y al cual, aquél, había combatido con su prédica.
El ejemplo citado, deja en claro el cómo una idea o metodología de corte religioso o espiritual, puede ser re-comprendida de diversas maneras a través del tiempo y convertirse en algo virtualmente irreconocible a los ojos de quienes iniciaron dicho proceso.
La Wicca todavía no es un fenómeno de masas, pero ya (desde hace décadas) ha dejado de ser un sistema controlado por grupos o instituciones («convens», para el caso). Esto, con frecuencia, resulta algo difícil de entender para algunos seguidores de la misma formalmente iniciados, con «linajes» reconocibles y legítimos, lo cual genera conflictos innecesarios y áridas e interminables discusiones.
Con lo anterior, no estoy planteando ningún juicio de valor, sino dejando en claro un hecho incuestionable, por ser evidente: La realidad es que la Wicca devino en una religión, que va mucho más allá del sistema mítico-simbólico y mágico-ritual, creado por Gerald Gardner (entre otros) en los años ’50s del siglo pasado. Tratar de refutar esto, es querer tapar el sol con un dedo.
Por otra parte, es indudable que la influencia de Scott Cunningham (1956 – 1993), fue determinante en el fenómeno de la conversión de la Wicca en una religión de tipo ecléctica y sin jerarquías o instituciones unívocas. Sin embargo, la evolución de la misma continuó mucho más allá, por lo cual tampoco puede considerarse a la obra de dicho autor, como el único factor significativo en este proceso.
En el mundo ya existen varios millones de seguidores de la Wicca, entre los cuales, los iniciados o en proceso de iniciación, no deben pasar de los 20 o 30 mil (y esto, siendo muy «optimista» con la proporción estimada). Allí es donde debe enfocarse el análisis del porqué y el cómo, la misma se convirtió en una religión, y no en cuestiones dialécticas.
Así que, para estudiar el fenómeno, ya no interesa enfocarnos en el origen, a menos que la pregunta sea: «… ¿Era la Wicca una religión en sus comienzos? …», a lo cual, hay que responder con un absoluto no, pero también agregar que tal cosa (salvo por el interés histórico) es irrelevante hoy en día.
La pregunta vigente e importante, es: «¿Hoy, en el 2016 de la era común, es la Wicca una religión?». La respuesta a lo anterior es sí, sin lugar a dudas…
Pero, para profundizar un poco más, ¿Qué hace falta para que algo sea definido como «religión»? La respuesta más simple y a la vez universal, podría ser: «Cualquier sistema de creencias que contenga tradiciones de corte espiritual con un denominador común y una mínima estabilidad en su transmisión, que le permita perpetuarse en el tiempo».
Las religiones se caracterizan por tener creencias generales (comunes a todos sus miembros -no necesariamente un corpus dogmático, eso sólo se da en las de tipo «revelado»); el ejercicio de rituales, la celebración de festividades anuales y el mantenimiento de algunos parámetros éticos más o menos claros.
Eso es todo lo que se necesita para que «algo» pueda ser catalogado como una religión, siendo evidente que la Wicca cumple con estos parámetros a cabalidad.
Pero, ¿Qué son entonces las tradiciones wiccans? … Bien, la explicación más sencilla sería pensar en ellas como en un fenómeno análogo a lo que las iglesias son para el Cristianismo… Subsecuentes segmentaciones y/o re-interpretaciones de una doctrina o sistema original. Todas provenientes de lo mismo, pero cada una entendiendo y practicando a su manera los conceptos y bases iniciales y sin que ninguna de ellas pueda decir (con razón) que practica la forma más pura y auténtica de dicho sistema de creencias.
Las religiones no tienen porque ser institucionales para ser consideradas tales. De hecho, casi ninguna lo es. La configuración más típica, siempre fue la de cultos aislados, desde la familia y el clan, hasta la nación entera, que a la postre se institucionalizaron y no al revés. Siendo siempre la organización oficial o formal, una especie de sesgo, funcional al poder y a las elites, de lo que era la religión original en sí.
No obstante, es importante diferenciar «qué es Wicca y qué no lo es», para que no termine siendo «cualquier cosa». Pero, esa guía, no puede venir sólo de lo histórico, que es importante pero siempre se termina trascendiendo… Por ejemplo, los druidas ya no sacrifican humanos como antaño y los judíos han abandonado la costumbre de matar a los que cultivan dos tipos de grano en un sólo terreno, como les ordenaba la Toráh.
La guía, para toda creencia y filosofía de vida pujante y eficiente, tiene que provenir del sentido común y de la coherencia del sistema, en sí mismo… En el caso de la Wicca, su depuración constante de sus raíces kaballisticas, mágico-ceremoniales y de sus atisbos de moralina cristiana, la han hecho progresar significativamente.
Finalmente, existe un argumento de índole social (estadístico) que podría bastar, por sí mismo, para zanjar cualquier confusión a este respecto: La Wicca es una creencia espiritual y cerca del 95% de aquellos que la profesan, piensan en ella como en su religión. y, a su vez, no están afiliados a un coven oficial de ninguna tradición… Es tan sencillo como eso… Entonces, ¿para qué complicar?
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Autor, antropología, psicología; community manager, diseño y administración web…
Investigador del pasado y los orígenes de las creencias. Dedicado a la reconstrucción y divulgación del Paganismo; a la lucha por el laicismo y el conocimiento científico. Activista de los Derechos Humanos y los Derechos Animales. Ecologista radical. Pagano, liberal. Escritor, librepensador… 44 años de experiencia en la reconstrucción y difusión del Paganismo y el legado ancestral (25 años en la red).
Me gusta lo desconocido, el Erebus, lo que está en penumbras… Valoro tanto la Oscuridad como la Luz, que forman un eterno balance el cual da vida al Universo. Estoy en una jornada, una aventura y una exploración que sólo terminará cuando muera…
«En la arena del debate, sólo cae herida la ignorancia.»