Comprendí que el trabajo del poeta no estaba en la poesía; estaba en la invención de razones para que la poesía fuera admirable; naturalmente, ese ulterior trabajo modificaba la obra para él, pero no para otro.(Jorge Luis Borges, 1899 – 1986)
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Reflexiones Paganas es un proyecto concebido para desarrollar ideas de todas las tradiciones paganas ancestrales; volver a descubrir el modo de vida, la ética, estética y la filosofía que profesaban las personas de la Antigüedad, para luego adaptarlas a la modernidad. Sin embargo, este blog no se limitará a desarrollar únicamente temáticas religiosas, sino a todo lo que directa o indirectamente, sea susceptible de verse con La idea, es de crear un ámbito donde se pueda exponer el pensamiento ancestral, pre-cristiano, verdaderamente pagano; sus bases y fundamentos, sin mixturas o sincretismos (generalmente desafortunados). Se buscará, por un lado, orientar a quienes comienzan a transitar el sendero; pero también, informar y hacer reflexionar a aquellos que profesan otras creencias, ya que existe una gran desinformación y muchos malos entendidos al respecto de lo que, genéricamente, se suele englobar bajo el término de ![]() Tiempo de lectura: ~1 min. 42 palabra(s).
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– ¡Abuela! Esta noche quiero que me cuentes cuando abuelo te propuso casamiento. – Pero Emi, te conté cien veces esa historia. – ¡Dale! – ¡Puf! Fue hace muchos, muchos años, como cincuenta más o menos, íbamos con nuestras familias en tren, para pasar el día en el lago. Bueno, ya sabes que en realidad los padres de tu abuelo ya habían muerto, nos llevábamos muchos años de diferencia. En fin, cuando le pedí una chipa, él fue y me la trajo, y en la bolsita había una cajita. – ¡Con el anillo! – Bueno, ¿pero te cuento yo o vos? -comenzaron a reír cuando la luz de la habitación se apagó. – ¡A dormir! -la puerta se golpeó bruscamente y una silueta se dejó entrever. – Pero mamá, ¡me está contando un cuento! – No me interesa, mañana hay escuela. La longeva mujer de cabellos grises se levantó, besó a su nieta en la frente y salió de la habitación. – No deberías ser tan estricta con ella -susurró una vez afuera. – ¡Qué aprenda desde chica! -gritó para que la oyera la niña. – ¿Qué aprenda qué? Tiene ocho años. Y baja la voz, no necesita escuchar esta conversación. – A vos se te ocurre contarle esas cosas para que crea que todo en la vida sale bien y que todos los hombres pueden ser como papá. – Pero es así. Que lo tuyo no haya funcionado no quiere decir que todos sean malos. – ¡Cómo siempre! No pierdes la oportunidad de machacarme mis errores -comenzó a levantar nuevamente la voz. – ¿Están discutiendo otra vez? – Alberto abrió la heladera y sacó la jarra con agua. – ¡No mi amor!. Anda no más a ver la tele. Si quieres te llevo un vaso de jugo. Cuando el muchacho se fue, continuó la conversación. – ¿Ves? Esa manía tuya no entiendo. El ya es grande, tiene casi diez y siete, déjalo un poco y atendele a Emi, que te necesita más. – Acá lo que necesitamos es plata – refunfuñó lavando los platos. – Jamás falta qué comer. Y si quieres, puedes ayudarme con los bordados. – Sabes bien que es su papá el responsable. El tendría que dignarse a dar por lo menos un poco más. – Da lo que establece la ley. – Sabes qué, ya no quiero discutir. Toda mi vida me machacaste por no ser como vos -comenzó a llorar y fue a encerrarse en su cuarto con otro portazo. Noemi suspiró y giró para ir a a descansar cuando vio a Emi, blanca, parada al lado de la puerta de entrada a la cocina. – ¿Qué estás haciendo acá? – Solo quería agua… hace calor. – Mi niña, vamos te pongo el ventilador. – ¿Mamá y vos discutieron de nuevo? – No, sólo estábamos hablando. – Nosotras no hablamos así. – Y bueno, a veces ella si. No te preocupes. – Mamá me dice que estaríamos mejor si no estuvieras aquí. – No le hagas caso -tragó saliva y jugó con sus cabellos- vamos, ahora sí ya se está haciendo tarde.
– Así que vas a almorzar con tu papá hoy, otra vez. Y bueno, anda no más, yo voy a comer sola. – Mamá, es su cumpleaños. Además decile a Alberto que se quede contigo. – No, el tiene que ir a jugar fútbol con sus amigos, merece un descanso. – ¿Y yo no? – Tú eres mi hija, te crié para algo más que eso, «pensé». Pero ya veo que prefieres darle más importancia a alguien que no vive contigo. – Eso no es justo.. pero no importa. Yo me voy. – Igual que tu abuela, te vas y me dejas con la palabra en la boca. – Sí, igual que ella -la puerta se cerró y Emi partió con un terrible remordimiento, por más que sabía que la realidad no era exactamente como lo pintaba su mamá. – No te olvides de dejarme lo del teléfono. – Voy a ver. No creo que te pueda ayudar. – ¡Pero te comprometiste! – Al agua. Y este mes quiero ir al concierto, si te doy para el teléfono, no me alcanzará. – Yo no voy a pagar. A ustedes les corresponde ayudar, ya son grandes. – ¿Y porque no le pediste a Alberto? – ¡A él no se sobra la plata! – Bah, es lo que te dice. Bien que le sobra los fines de semana para salir a tomar con sus «yiyis»… Y claro, para la ropa de marca que usa. Además, él es el que más gasta en llamadas para especular. – Eso no me importan. Dame mañana la plata. – No te voy a dar ya te dije. – ¿Qué? – No puedo este mes. Se paga el siguiente. – ¿Y si no hay? – Y bueno, que corten el teléfono. Y así comenzó una nueva sesión de plagueo, que terminó rápidamente, cuando Emi salió de la casa y fue a caminar a la plaza.
– Si tanto la quieres, que esté ella contigo en el altar -fue lo último que le dijo la noche anterior. – Pero mamá, se va a ir a la misa no más. No le puedo prohibir -tampoco podía hacerle entender que lo que hubiera ocurrido con su ex marido, era algo que quedaba entre ellos tres, y no tenía porqué afectarla a ella. Su madrastra no era su madre, pero muchas veces se comportó como tal, y la apoyó mucho más que la biológica. – Pero a mi me podes rebajar a su nivel, ¿verdad? -de un golpe seco regresó a la realidad. – Sabes que no es así. Sin ahondar en los detalles, en el álbum quedó registrada su ausencia en cada una de las fotos familiares y la joven inició una nueva etapa entre emoción y tristeza. – ¿Cómo qué le vas a llamar Deyanira? ¡Es un nombre ridículo! – No, es bello. Es de la mitología griega. Era una princesa luchadora, de las que hacen falta hoy en día. Ella no aceptó su destino y luchó, tuvo una bella historia de amor.
Ella miró a la bebe y sólo se concentró en la belleza de su rostro. «Siempre podemos hacer las cosas diferente». – ¿Y qué es eso de que renunciaste a tu trabajo? ¿Estás loca? Necesitas el dinero para el bebe. – Si, pero Diego trabaja bien en el banco. – ¿Y acaso queres depender de él? – Algo se me ocurrirá; pero por lo menos el primer año de Deyanira, quiero estar cien por ciento a su lado. – Y cuando te falte para la leche, ahí vamos a hablar. – Ya te dije, Diego gana bien. Además, espero no darle leche en polvo. – ¡Uy! ¿Y queres que se te quede todo grande y fofo? Ella sonrío, sabía que su marido no la había elegido precisamente por su apariencia física (tenía otras cualidades mejores). – No va a pasar eso. – Si, así será -suspiró profundamente- Eres vicedirectora, este año te ascenderían. – Si, pero no hubiera podido estar con ella. ¿De qué me sirve? La discusión iba a aumentar, por lo que Emi le señaló a la bebe y salieron del cuarto. Algunos años más tarde, la casa de la joven estaba llena de globos inflados y la enorme piñata colgaba del único árbol en el medio de jardín. Mientras unos muchachos inflaban el globo loco, la pequeña se acercó a su mamá y le estiró la pollera. – ¿Por qué me dijiste que no viene abuela a mi cumpleaños?. Me prometió que me traería galletitas. Yo quiero, son ricas Emi la miró, la inocencia iluminaba su rostro aunque le hiciera el tipo de preguntas que prefería evitar. ¿Cómo explicarle a tan corta edad que a veces el ego de las personas lastima incluso a quienes menos lo merecen? – Bueno, si queres, aún hay un poco de tiempo; vamos a buscar rápido una receta en internet y la hacemos juntas. ¡Te prometo que van a salir riquísimas! La tomó de la mano y la metió a la casa, calculando unos diez minutos para encontrar la receta, cuarenta y cinco entre preparar y cocinar, de la hora que tenía antes de que comenzara el cumpleaños. «Ojalá algún día pueda cobrarle… pero lo dudo», murmurando interiormente, comenzó la tarea. – Odio lo bien que te llevabas con tu abuela. Incluso después de muerta siempre decías que te visitaba durante tus sueños. A mi me abandonó. – No, no te abandonó, vos la hiciste a un lado. – ¿Dónde está tu hermano? El tendría que estar acá, no vos. – El está saliendo de vacaciones ahora. – No le llamaste, seguro. Por un instante estuvo a punto de gritarle que jamás le interesó a él, que se mantuvo a su lado solo por conveniencia y que así como alejó a su abuela, la había alejado a ella y a su hija (que ya no quería saber nada). Pero, dadas las circunstancias, dado todo lo que ya había pasado, estaba demasiado ocupada como para entrar en una de las interminables discusiones. La puerta de la habitación se abrió y entró una hermosa jovencita rubia, con un celular en la mano. – Mamá, ya es tarde, tenemos que ir a la danza. – ¿No vas a entrar a dar un beso a tu abuela? – No. – ¿Cómo dejas que me hable así? ¿Eso te enseñé? – Y la verdad abuela, que esto me enseñaste vos a mi, no mamá. ¿Podemos ir ya? -la miró impaciente, recordándole mentalmente que ella jamás tendría su paciencia. Tomó su bolso, se levantó de la silla y se fue. – ¿Y me vas a dejar acá sola?. – Lastimosamente, vos misma te hiciste esto hace mucho tiempo. Ya fuera en el pasillo, la joven le recriminaba una y otra vez. – Ni se te ocurra retarme. Yo ya te dije que no soy como vos. A mi me lastiman y yo araño -protestó orgullosa. – Te conté del sueño que tuve una vez con tu abuela, justo en uno de esos momentos complicados.
– Estábamos en un bosque, y de repente se nubló. Yo tuve miedo pero ella me tomó de la mano y me dijo: «En medio de la tormenta busca un refugio, hace fuego y espera a que pase el mal tiempo. Luego volverás a ver el sol y podrás retomar tu marcha. A veces, la tormenta es larga y dura varios días, pero siempre pasa. Eso sí, por las dudas, ten cerca siempre un refugio y todo lo que necesites para sobrepasar el momento. Y espera… espera… y espera un poco más.» – Muy linda la historia, pero no entiendo. – Tu abuela siempre fue una tormenta, hizo de su vida, de forma muy profesional, una tormenta tras otra… Y yo aprendí a sobrevivirlas, manteniéndome siempre centrada en mi eje. – ¿Y cuál es tu eje? – Saber que estaba haciendo lo correcto, y que quería algo diferente para nosotras. ![]() ~ RebecaMT ~ Rebeca Medina Tumino Junio, 2014 reflexionespaganas.com © RebecaMT 2012-2025 - All rights reserved ![]() Tiempo de lectura: ~2 minutos. 498 palabra(s).
No había historias que contar, ni animales que cazar, pero Kamu dormía en la pez primordial, revolcándose en la negrura que lo cubría todo. Entonces Kamu sintió hambre y, al no tener nada que comer, se devoró a sí mismo. De sus excrementos, el primer mundo nació. Por entonces, la luz no existía y las aguas y los cielos estaban mezclados danzando en el caos de Kemuf. Así fue que Kemuf, el que era sin ser, tomo el excremento de Kamu y de él formó al primer dios, el terrible Nebekum. Cuando Nebekum estiró sus brazos y piernas e inhaló el oscuro aire por vez primera; abrió sus mil ojos y comenzó a escuchar el silencio del abismo, se sintió feliz y miró a Kemuf, a quien le preguntó: «¿Quién eres tú que yaces frente al primer dios creado?». Sin saber que responder, Kemuf murió, convirtiendose desde entonces en los hediondos vapones de los pantanos de Nerkun. Cuando Nebekum se vio vivo y a solas, en medio de la eterna oscuridad de piedra, gritó a los no nacidos la orden de existir. Así es como los demonios de sangre y humo llegaron a ser. De ellos es de donde las pestilencias nacieron y las nebulosas criaturas del mundo interior. Hasta hoy, los demonios de sangre y humo son los servidores de Nebekum y padres de todo lo que repta y bulle en el negro mar interno. Nebekum no estaba satisfecho, quería crear un mundo sin oscuridad, pero la oscuridad de piedra era infinita. Entonces Nepta, la que no es, le ofreció unirse a él para crear el ilusorio mundo de la luz. Así fue que, Nebekum, el nacido de los excrementos de Kemu, el primer ser, y Nepta, la que no era, se unieron y concibieron a la Noche y las Tinieblas y al Día y la luz. Ambos fenecieron en ese acto de frenesí y lujuria y el mundo de la ilusión y de la Vida, comenzó.
Traducción de la Tablilla 543-B de la colección de Eridú. Encontrada por unos aldeanos, en el año 1887 al sur de Mesopotamia. No se conoce la antigüedad del texto original, parece preceder a la cultura sumeria en varios milenios. La tablilla fue traducida por primera vez en el año 1917 por el profesor Helmut H. Quirmbach, de la universidad de Innsbruck, Austria. (Por alguna razón, la mayoría de los académicos posteriores, siempre rehusaron hablar de este descubrimiento o lo han presentado como una impostura. El paradero actual de la tablilla es incierto. Se cree que es parte de una colección privada, perteneciente a un alto miembro de la nobleza europea). Nota importante: Para obtener más información sobre el origen de estas misteriosas tablillas sumerias, la investigación y traducción de las mismas y la posterior «conspiración» que (en apariencia) la ha hecho desaparecer, por favor haga «click» AQUÍ, gracias… | |||||