(Los sesgos cognitivos en el Paganismo…)
Lo anterior se manifiesta en dos extremos por demás absurdos, con frecuencia, sostenidos a través de algún concepto ilógico y hasta fanático, lo cual confunde, decepciona y frustra a muchos nóveles en la materia (y también cansa y fastidia, a los que llevan años en la vida pagana).
Los displicentes y los elitistas:
Uno de estos extremos, es fácilmente reconocible por cualquier pagano que goce de un cierto nivel de ilustración. El mismo, tiene que ver con la poca profundidad y disciplina con que emprenden el aprendizaje y el estudio la mayoría de los que recién comienzan en nuestro sendero.
Es así que, para muchos, una mera lectura (casi aleatoria), sin referencia o conexión alguna con otras fuentes; tal vez de una simple página web, de un libro terciario (en cuanto a las fuentes) o de algún vídeo de YouTube (o sucedáneos), es algo que agregan al bagaje de sus supuestos «conocimientos», de manera automática y sin admitir correcciones por parte de los que más saben, de los que tienen experiencia académica en el tema y mucho menos aceptando críticas o acotaciones sobre el método utilizado.
En esta tendencia, tristemente caen muchos paganos jóvenes, debido a que (por tener menos de 20 años) todavía no han tenido oportunidad de acercarse al método científico de investigación ni a las formas académicas de estudio.
Ocurre otro tanto, con aquellas personas de más edad que, por no haber gozado de una instrucción satisfactoria o una cultura general amplia, no entienden la necesidad de construir el edificio del propio conocimiento mediante cimientos sólidos y que esto sólo puede darse, cuando la búsqueda de fuentes y referencias se lleva a cabo de manera sistemática.
Sin embargo, este segmento no es el más preocupante… Es inherente al ser humano, una cierta terquedad al recorrer todo camino en la Vida, pero también lo es la eventual, aunque tardía, corrección del rumbo. A pesar de que pueda ser lamentable, que los principiantes malgasten años de su vida por no enfocarse con constancia y asertividad en el estudio sistemático, es algo que (por lo menos) suele corregirse con el tiempo y las inevitables decepciones que la acumulación de experiencia conlleva.
Por el contrario, en el lado opuesto, existe un “síndrome” mucho más difícil de revertir y que está reforzado por la supuesta autoridad, los años de experiencia y el propio ego de quien se mantiene en esa posición…
En ese otro extremo del espectro, para muchos, la ostentación de títulos y honores; de filiaciones, linajes e “iniciaciones” o de la mera abundancia de recursos económicos y sociales, constituye (según su pensar) un grado de “superioridad” intelectual, cultural o como referentes del Paganismo, cuando en realidad, todo ello no es más que el ropaje o la cáscara con la cual cubren su ignorancia, sus sesgos cognitivos y su mediocridad.
Estas personas, nunca comprenden que sus propios logros personales o en relación a los grupos a los que adhieren, no son signo de ninguna autoridad, salvo la que desarrollaran en su colectivo particular (y por consenso de sus “pares”).
Al querer extrapolar tales reconocimientos o jerarquías a la generalidad de todo el Paganismo, fuerzan interpretaciones y conceptos que sólo tienen sentido en sus ámbitos particulares, muchas veces juzgando y condenando a quienes hacen caso omiso de sus declaraciones.
Otra manifestación de este desvío, es la ponderación de los “envases” y no de los “contenidos”. Es así que, desde este sector, se suele leer o escuchar cosas como que “leer un libro en formato PDF o EPub –electrónicos- no tiene el mismo valor que hacerlo en papel…” o que “leer sentados frente al tablet o la computadora, no es igual que hacerlo sentados frente a un libro de encuadernación onerosa y polvorientos márgenes…”.
Vale decir, plantean que aprender que 1 + 1 es igual a 2, no tiene el mismo (o ningún) valor si esto no se lleva a cabo mediante estructuras rígidas y preconcebidas, libros “autorizados” por ellos o por sus “maestros” o bien a través de costosos volúmenes o apuntes (que a veces ofrecen por cuantiosas sumas).
Por egocentrismo, lucro, mala voluntad, vanidad o celos, no se entiende que lo importante es saber que 1 + 1 = 2, sea que esto fuera entendido a través de un ritual de iniciación con ropajes dorados, en templos en lugares recónditos del mundo; que fuera oído directamente de la boca de un celebrado referente del Paganismo o que, simplemente, se llegara a esa conclusión contando piedritas en la arena de una playa…
En este artículo, se tratará de enumerar algunos de estos prejuicios y sesgos cognitivos, con la finalidad de alertar a los wiccanos y paganos en general sobre el particular y delinear la forma correcta en que se debe encarar el estudio y el aprendizaje.
Autor, antropología, psicología; community manager, diseño y administración web…
Investigador del pasado y los orígenes de las creencias. Dedicado a la reconstrucción y divulgación del Paganismo; a la lucha por el laicismo y el conocimiento científico. Activista de los Derechos Humanos y los Derechos Animales. Ecologista radical. Pagano, liberal. Escritor, librepensador… 44 años de experiencia en la reconstrucción y difusión del Paganismo y el legado ancestral (25 años en la red).
Me gusta lo desconocido, el Erebus, lo que está en penumbras… Valoro tanto la Oscuridad como la Luz, que forman un eterno balance el cual da vida al Universo. Estoy en una jornada, una aventura y una exploración que sólo terminará cuando muera…
«En la arena del debate, sólo cae herida la ignorancia.»