¿Cuándo aprenderán los improvisados de la red que la propiedad intelectual está tan legalmente protegida como la «física» o material? ¿Cuándo comprenderán que copiar contenidos sin permiso es equivalente a robar? ¿Cuándo se darán cuenta que no existe impunidad en la red, en lo referente a plagiar o hacer uso ilegítimo de contenidos?
Francamente, es tedioso, cansador y molesto el tener que denunciar, una y otra vez, los excesos en este sentido…
En esta oportunidad, fue peor que otras veces: Se trató de una página new-age (todos saben que dedico gran parte del esfuerzo de este blog a combatir ese «movimiento» enfermizo, pseudo-científico y pseudo-espiritual. Así que entenderán la poca gracia que me causó, ver a mi articulo de La Transitoriedad
, metido en un post -copiado, no «compartido», aclaremos– en donde se vendían cosas, se hablaba de temáticas que NADA tenían que ver con el Paganismo (ni con otras religiones serias y respetables) y se le intercalaba a mi trabajo, una serie de comentarios peregrinos y totalmente improvisados.
Sin embargo, no es esto lo que quiero comentar en este post «interno» del blog (los «estados» no son verdaderos posts, los hemos implementado a modo de tablón de noticias, algo muy parecido a lo que se usa en las redes sociales).
Mi intención aquí, es referirles la actitud de la persona responsable de la página de Facebook en donde mi articulo fue plagiado, porque eso es lo que (según creo) es digno de una reflexión…
Acostumbro a denunciar los robos de contenidos (tengan o no referencia de mi nombre, dado que NO AUTORIZO a que nadie copie nada, sin una solicitud por escrito, con la información que justifique tal cosa -como ser el hacer uso de los textos en un curso de nivel académico o similar), sin mediar ningún aviso previo.
Esto es así, porque este sitio tiene cantidad de anuncios y páginas sobre el copyright (hasta redacté un extenso articulo hace un tiempo, describiendo todos los pormenores del asunto). Además, cada post tiene un cartel como el remarcado en la segunda imagen de esta entrada. En donde aclaro de manera tajante, que se tomarán medidas si el contenido es copiado sin permiso.
Ahora digo yo, ¿Por qué alguien se ofende o victimiza a partir de que se desencadenen hechos que ya conocía ocurrirían, si se comportaba de una forma determinada…? Si yo aviso que denunciare y el servicio responsable (en este caso Facebook) acciona sobre el plagiario… ¿Cuál es la duda del mismo?
Pues, me sorprendió recibir un descarado “inbox” en mi página personal, que argumentaba: «¡Qué lástima que me has denunciado! Yo había tomado el material, pero citando tu nombre”. Pues bien, ¿Qué no queda claro que no permito eso? ¿Qué reservo plenos derechos sobre todo contenido de este blog que sea original (algunos posts son de “dominio público”, como los textos antiguos, poemas o himnos religiosos o cosas así, pero no cedo ningún derecho sobre lo que es de mi autoría)?
En fin… Es obvio que en la red, el respeto por la propiedad intelectual es algo que se tiene en poca estima. En especial, por quienes no son capaces de escribir más de dos párrafos por propia cuenta, y necesitan rapiñar contenidos “de donde sea”, para llenar páginas y vender productos…
¡Ah! Porque me olvidaba, el sentido final de la página que plagió mi artículo, es vender porquerías new-agers para “la evolución espiritual” de los incautos que caen en sus garras.
Y si alguien no esta de acuerdo, si alguien piensa que mi accionar es mezquino, les diré: Se trata de una cuestión de principios, de una forma de conducirse en la red y en la vida.
La página en cuestión tiene más de 12000 “me gusta” (como dije, es de Facebook) y mi articulo (o sea, el post construido con el texto robado desde este blog) había sido compartido más de 60 veces. Así que, si mi forma de actuar, obedeciera al interés por las visitas, habría dejado que las cosas siguieran su curso, ya que a la larga, mucha gente se enteraría sobre este blog.
Pero, ¿saben qué? Primero, no me interesa obtener visitas de ese modo y segundo, no me interesan las visitas de new-agers… Este es un blog para lectores serios, para paganos, librepensadores, humanistas, académicos; personas de otras religiones que quieren comparar “notas”, etc… No para alucinados ni para vendedores de quimeras o estafadores espirituales.
Es feo, no me gusta denunciar, llenar declaraciones juradas o exponer a otras personas. Pero en cualquier caso, y por lo que valga (que quizás no sea mucho), mis artículos son contenidos originales e inéditos. No tienen un sólo párrafo copiado de ninguna parte (excepto cuando se trata de citas, frases célebres o referencias académicas) y son el producto de muchos años de estudio, investigación y meditación (además de muchas horas de redacción: lo digo por si alguien piensa que yo genero posts como si fueran tornillos en una fábrica).
Así que no estoy dispuesto a transigir… No me importa el tiempo que me hagan perder. Seguiré persiguiendo a los plagiarios, a los copiadores y ladrones de contenidos, a los estafadores de la red, porque creo que (además de defender mi trabajo) tiene un valor agregado: Proteger a los lectores de tanta basura, mixtura y falsedad.
Perdonen esta larga digresión, pero quería dejar registrado el suceso… Otra vez, alguien decidió que era más fácil robar el trabajo ajeno, que sentarse en un computador y redactar un artículo. ¡Muy triste, en verdad!
Este es el texto presente al pie de todos los artículos de mi autoría (o de los colaboradores del blog). Pueden darle «click», con el mouse, para ver la imagen ampliada… Como pueden apreciar, no hay lugar a dudas sobre qué se puede y qué no se puede hacer con los contenidos de este sitio (Reflexiones Paganas).
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