Patrocina a Reflexiones Paganas!!

Calendario de Posts:

octubre 2025
D L M X J V S
 1234
567891011
12131415161718
19202122232425
262728293031  

Archivos

Grupos:

Próximo Sabbat:

Festival de Samhain en el Hemisferio Norte || Festival de Beltane en el Hemisferio Sur.

Posición Solar:





El Sol se encuentra en Libra

Certificaciones:

- Blog Registrado -
Reflexiones Paganas
IBSN: 2565-157-8-50
Propiedad de:
Oscar Carlos Cortelezzi.

[Reputación del Sitio]

Reflexiones Paganas es un proyecto concebido para desarrollar ideas de todas las tradiciones paganas ancestrales; volver a descubrir el modo de vida, la ética, estética y la filosofía que profesaban las personas de la Antigüedad, para luego adaptarlas a la modernidad. Sin embargo, este blog no se limitará a desarrollar únicamente temáticas religiosas, sino a todo lo que directa o indirectamente, sea susceptible de verse con ojos paganos.

La idea, es de crear un ámbito donde se pueda exponer el pensamiento ancestral, pre-cristiano, verdaderamente pagano; sus bases y fundamentos, sin mixturas o sincretismos (generalmente desafortunados). Se buscará, por un lado, orientar a quienes comienzan a transitar el sendero; pero también, informar y hacer reflexionar a aquellos que profesan otras creencias, ya que existe una gran desinformación y muchos malos entendidos al respecto de lo que, genéricamente, se suele englobar bajo el término de Paganismo.


Tiempo de lectura: ~7 minutos. 1950 palabra(s).

Nuestra especie es compleja y heredera de todos los rasgos evolutivos de las millones que nos precedieron en el árbol genealógico de la Vida en la Tierra.

A veces, se olvida lo anterior, pretendiendo una visión idealizada y en “blanco y negro”, cuan fotografía vintage, de nuestra naturaleza. Incluso la misma Ciencia tiende a simplificar, en su afán de buscar una explicación para todo, cuando en lo que respecta a la naturaleza humana, la cuestión siempre tiende a ser multifactorial y obedecer a largas cadenas causales, difíciles de “seguir”, dado que se dieron a través de millones de años, producto de la selección natural.

En las últimas décadas, de la mano de la progresiva reivindicación de los derechos a la diversidad sexual y de género, han surgido enésimas teorías que tratan de dar una “razón”, un “porqué” a las variadas tendencias humanas en estos niveles.

No es el propósito de este artículo, el esbozar ninguna nueva teoría al respecto, sino el demostrar lo limitadas que son la mayoría de las mismas, incluso cuando nacen de investigadores que, en apariencia, están completamente despojados de todo prejuicio de género, homofobia o atavismo cultural sobre los “roles” y preferencias de cada quien, en relación a los genitales que posee.

Aspectos de la cuestión:

Se tiende a confundir este problema de clasificación y análisis, al pretender que todo confluye en un solo factor (generalmente la inclinación sexual de cada individuo en particular).

Tal cosa es un craso error y sería conveniente comenzar por diferenciar cuatro niveles de consideración antes de continuar…

1) Morfología sexual: Este es el nivel más fácil de identificar, diferenciar y analizar desde el punto de vista biológico –genético… Existen hombres, existen mujeres y luego hay una gran variedad de dimorfismos sexuales, los cuales pueden o no tener implicancias en las preferencias sexuales o identificación de género de quienes posean tales características.

Los dimorfismos (divergentes a las configuraciones genitales habituales), consisten en mutaciones o alteraciones genéticas, que producen individuos con diversas características hermafroditas o “intermedias” entre ambos sexos.

Esta es la única categorización que se puede atribuir al mundo de lo puramente genético.

2) Identidad de género: Aunque en esto sigue pudiendo existir un componente cromosómico, también existen otros factores. El principal de los de la orbe biológica, es el balance hormonal, generando mayor inclinación hacia una determinada identidad si estos niveles varían.

Sin embargo, la identidad de género va mucho más allá, teniendo componentes psicológicos, estando relacionada con las experiencias vividas a lo largo de los años pero, sobre todo, en la primera infancia, y también a factores indeterminados.

Es preciso remarcar que la misma, no es algo polar o binario… No existe, en esta cuestión, el “par de opuestos” que gustan manejar muchas filosofías o mitologías (no hay “blancos y negros”), sino más bien una (potencialmente) infinita gama de «grises».

En los extremos arquetípicos de este espectro, se encuentra lo “masculino” y lo “femenino”, pero sólo a un nivel absoluto de consideración. Sin embargo, debe quedar claro que no existe ser humano alguno que obedezca a esas identidades de manera total, invariable o monolítica, siendo que todos poseemos ambos géneros en mayor o menor grado en nuestra psiquis profunda y la manera como se combinen, manifiesten a nivel externo y se consoliden para determinar el “género” de la persona, es particular y única en cada caso.

La ceguera de muchos a este respecto, fue el motivo por el cual recién en el siglo XXI, se va dejando en claro la enorme diversidad de géneros, en contraposición a la clásica “dualidad” de los mismos.

3) Inclinación sexual: También parecen existir razones genéticas, al menos como uno de los factores que determinan las preferencias sexuales de cada quien. Hay diversas teorías que adjudican roles importantes a la homosexualidad y la bisexualidad en la evolución biológica –o sea que, en este sentido, parte de las causas de la homosexualidad podrían ser darwinistas.

Pero también existen personas, muchas de ellas homosexuales, que reivindican el haber elegido su condición de tales y otras más, que la explican por alguna vivencia en particular.

Lo que está claro, es que la inclinación sexual parece algo innato… Lo que ocurre después, a lo largo de la vida, es la posibilidad de asumir esta inclinación o no (dependiendo mucho de los factores culturales).

La “elección” de ser o no bisexual, homosexual, transexual, etc. (en contraposición a “heterosexual”) está más que nada relacionada con el “salir del closed” que con la posibilidad de modificar la preferencia real que la persona tenga (la cual, como se dijo, aparenta ser innata en casi todos los casos).

Refuerza esta idea, el hecho de que, durante las últimas décadas, se identificaran un mínimo de 400 especies (además de la humana) en donde la homosexualidad y la bisexualidad son algo común (de hecho, alguno científicos elevan este número a 6000 especies).

Es preciso, sin embargo, el establecer otro espectro de consideración: No existe una sola persona en el planeta, que sea 100% heterosexual u homosexual. De nuevo en este aspecto, se da la infinita gama de grises y es posible que alguien canalice sus deseos e inclinaciones a través de diversas formas de sexualidad, conforme evolucione como persona y se den los acontecimientos de su vida.

Se puede encontrar un marcador genético o una estructura sináptica que determine un aspecto peculiar en el tipo biológico o la psiquis de un individuo. Pero la sexualidad humana es algo muy complejo y jamás se identificará una «causa» unívoca o específica para cada tendencia.

Aquí también, habría que decir que existe un “par de opuestos” arquetípicos, pero que no se dan de manera “absoluta” en ninguna persona, ya que cada quien pertenece a un “gris” intermedio, a veces más hetero, a veces más homo, a veces dual y otras difuso.

Esta “posición” dentro del espectro aludido, puede variar, pero la tendencia general a uno de los “polos” sexuales, no…

4) Rol social: Finalmente, encontramos una última diferenciación… La que signa nuestro entorno, pero que también puede ser en parte voluntaria… El “rol social”, la forma de vivir de cada quien.

Esto nada tiene que ver con el género con el cual alguien se identifique o con sus preferencias sexuales (que, a su vez, pueden ser diferentes a las esperables en una determinada identificación de género). Alguien puede asumir un rol que no es el que prefiere o con el cual se identifica, por los avatares de su vida, la presión social, cultural, religiosa o familiar…

De hecho, este último aspecto es el más determinante en casi todos los casos y es el que más urge depurar y modificar, para que los seres humanos podamos alcanzar nuestra verdadera esencia e identidad durante los días de nuestra vida.

No se puede tener una vida plena sin haber adquirido una identidad de género sólida y libre, sin prejuicios relativos a nuestra morfología biológica y tampoco se puede vivir con sentido y plenitud, si no se practica una sexualidad completamente en sintonía con las propias inclinaciones y necesidades (según las propias necesidades y no conforme a los tabúes imperantes).

En este sentido, el “rol social”, sexual y de género, debería ser idéntico a lo que cada quien prefiera de los puntos (2) y (3) antes citados. Pero, por desgracia, nunca en la historia, en especial de la judeo-cristiana, esto fue así, siendo un logro del humanismo moderno el ir, paso a paso, equilibrando las cosas y logrando un mayor “sinceramiento” y libertad en estos aspectos.

Es algo más que evidente, aunque no todos lo entiendan así, el que no siempre la identidad de género adjudicada por la sociedad a un individuo o la expresión práctica de su sexualidad, se correspondan con su verdadero sentir.

Muchas personas cometen el error de pensar que quienes, por razones traumáticas o de privación de sus derechos como individuos, han tenido que practicar una sexualidad cuya inclinación les es ajena, por eso han de identificarse con la misma.

Este no es el caso, y se puede refutar por dos razones de peso: La homosexualidad, por ejemplo, no surge desde el momento en que se practica el sexo de esa tendencia por primera vez, sino que se tiene ese deseo / impulso / identidad, desde mucho antes (al menos en la mayoría de los casos).

Al mismo tiempo, muchos presuntos “heterosexuales”, que hasta tienen familias e hijos con el sexo opuesto (biológicamente hablando), en realidad son homosexuales que se vieron forzados a vivir como “heteros”, por su educación religiosa, la presión de sus familias u otros factores.

Ni lo uno ni lo otro define la verdadera inclinación sexual de alguien o su identidad de género, sino lo que realmente desea y siente… Que pueda llevar lo anterior a la práctica, con libertad y sin conflictos, es algo que en una pequeña parte dependerá de su voluntad y coherencia existencial y en mucha, del entorno que le tocó en suerte (tanto al nacer como al crecer y madurar).

También hay personas que practican la bisexualidad y la homosexualidad sin ser ninguna de las dos cosas: En el caso de quienes trabajan con su propio cuerpo (prostitutas, taxi boys, etc…), en muchos casos, se llevan a cabo actividades contrarias a las propias inclinaciones y gustos, para satisfacer al “cliente”. Sin embargo, esto no es lo mismo que ser “homosexual” o “bisexual”. Por lo cual, debe quedar claramente definida la diferencia entre “ser y hacer”, en este sentido.

En otro tipo de situaciones, se da que algunas personas tienen relaciones homosexuales en algún momento de su vida (particularmente en el período de exploración que comprende la pubertad y la adolescencia) y, aun así, poseen y mantienen una inclinación heterosexual y terminan por desarrollarse como tales.

De igual forma ocurre lo opuesto: Individuos homosexuales que, de vez en cuando, como curiosidad, exploración o casualidad, tienen relaciones heterosexuales (a veces hasta procrean descendencia), pero esto no define su inclinación ni gustos personales.

De nuevo, la práctica de la sexualidad en sí, no dice gran cosa sobre la condición sexual de cada quien (su inclinación real). Para determinar esto, hay que entender su verdadera libido y naturaleza profunda y en cuanta medida, hasta el momento en que se lo evalúe, dicho individuo tuvo la posibilidad y/o fue capaz de ejercer su libertad y derechos en ese sentido.

No se trata de enfermedades: Ya hace más de un cuarto de siglo (17 de mayo 1990), la Asamblea General de la Organización Mundial de la Salud (OMS) elimino a la homosexualidad de su lista de patologías psiquiátricas. Pese a ello, todavía existen “científicos” y “médicos” empeñados en encontrar un marcador o causa puntual para lo que en realidad no es una condición dada, sino una “constelación” de preferencias.

Es por este prejuicio homofóbico, que todavía se tratan de buscar genes, alelos o conexiones sinápticas específicas, que generen a estas supuestas “enfermedades” o «anomalías».

Por desgracia, existen muchos profesionales de la salud, con dogmas religiosos (generalmente abrahámicos) que dejan filtrar sus mezquinas creencias al ámbito de su profesión.

Como he dicho muchas veces, un científico no tiene porqué dejar de practicar una religión, si siente que la necesita. Pero cuando ejerce su actividad, debe dejar de lado todo dogma o condicionamiento, ya sea filosófico o moral.

Lejos de ser una condición puntual (mucho menos patológica) cualquier preferencia sexual alternativa a la heterosexualidad, no es sino una característica particular de la persona. Lo mismo vale para las diversas identidades de género y los roles sociales que cada uno asuma.

Todo esto, en conjunto, nos muestra una complejidad y riqueza imposible de mensurar en toda su magnitud. Tal cosa, lejos de ser una preocupación, debería generarnos satisfacción, ya que evidencia lo compleja e interesante que es nuestra naturaleza humana.-

[Use copiar (Ctrl + C) y pegar (Ctrl + V)]

Reflexiones Paganas tiene el agrado de comunicar a sus lectores que ha dado otro salto cualitativo en cuanto a la calidad del servicio que pretende prestar a todos quienes tienen la gentileza de seguirnos, leer los artículos publicados y visitar el website con regularidad.

En esta ocasión, hemos convertido al blog en un «sitio seguro», incorporando el protocolo SSL al hosting y adosándole un certificado profesional (COMODO RSA Domain Validation Secure Server CA).

En principio, esto es algo «transparente» para el lector promedio, ya que en nuestro blog no comercializamos productos o solicitamos datos «sensibles» de ningún tipo. Sin embargo, si se observa la barra de direcciones del navegador, se podrá apreciar el célebre «candado» que atestigua la calidad de «sitio seguro», que se ha implementado.

En términos simples, lo anterior implica que toda interacción entre el lector y nuestro sitio, estará encriptada por una clave de 2048 bits y, en todo momento, los datos y la navegación serán 100% privados y garantizados.

Además, el protocolo SSL (vale decir, para los neófitos, las direcciones webs que comienzan con «https://»), son priorizadas por los motores de búsqueda en el ranking de páginas, por lo que nuestro sitio estará todavía mejor ubicado a ese nivel. La idea fue no quedarnos rezagados, frente a la tendencia de generalizar este protocolo (por ejemplo, hace un par de meses, el portal WordPress, convirtió a todos sus blogs a SSL sin coste alguno).

Hemos denominado a este update como 5.o, ya que es la quinta vez que se lleva a cabo un cambio significativo en el sitio a nivel técnico… (Debajo de este post, dejaré una breve reseña de las anteriores actualizaciones).

Esperamos que esto mejore todavía más la experiencia del usuario a la hora de visitar, leer e interactuar en Reflexiones Paganas. Bajo la premisa de ofrecer un sitio de excelencia, queremos seguir mejorando permanentemente… ¡Muchas gracias por seguirnos, leer nuestros artículos y participar en el blog!

+ Actualizaciones de Reflexiones Paganas:

v1.0.- Agosto, 2012: Nace el blog en el portal de WordPress (oscarco.wordpress.com).

v1.1.- Octubre, 2012: Se adquiere el dominio «reflexionespaganas.com» y el sitio pasa a ser una marca registrada.

v2.o.- Marzo, 2013: Reflexiones Paganas se muda a hosting propio (DreamHost, donde todavía permanece).

v3.0.- Septiembre, 2013: El blog hace un upgrade a una VPS, adquiriendo mucha mayor potencia en su hosting y servicios adicionales, entre los cuales cuenta con la posibilidad de personalizar la configuración del servidor web.

v4.0.- Marzo, 2016: Se lleva a cabo una sistemática revisión y reconstrucción del código PHP, HTML, JS y CSS del sitio, depurando errores, mejorando la estética y las funcionalidades de las páginas y aumentando la velocidad de carga de manera considerable.

v4.1.- Mayo, 2016: Se realiza una profunda campaña de mejoramiento del SEO (Search Engine Optimization) y una limpieza de cientos de indexaciones obsoletas. Así mismo, se bloquean miles de IPs y agentes de navegación y host (de países irrelevantes dado el carácter de habla hispana del blog) para prevenir SPAM, ataques de fuerza bruta, hackeos y otros problemas de seguridad.

v5.0.- Julio, 2016: Se actualiza el servidor al protocolo SSL (Sitio seguro).

________

Futuras mejoras en proceso de implementación:

v6.0.- Se planea crear un subdominio «móvil» para redirigir las visitas hechas con teléfonos celulares y hacer la experiencia del usuario más grata y operativa (hemos detectado que Reflexiones Paganas recibe al menos un 40% de visitas a través de dispositivos móviles con displays pequeños).

v6.5.- Desarrollo de aplicaciones de acceso para Android y iOS.

[Use copiar (Ctrl + C) y pegar (Ctrl + V)]

Tiempo de lectura: ~18 minutos. 5136 palabra(s).

Himno Homérico a Démeter (II)

Este texto data aproximadamente del siglo VII a.C., es contemporáneo a Hesíodo. Se le atribuye tradicionalmente a Homero, aunque es de autoría desconocida… Se trata del más antiguo y bello relato del las tribulaciones de la diosa de la agricultura, a causa del rapto de su hija Perséfone a manos de Hades, el dios del inframundo (hermano de Zeus) y de las consecuencias de tal evento: El surgimiento de las estaciones del año.

En la actualidad, se considera que el más antiguo de ellos, el dedicado a Deméter, fue escrito en el siglo VII a. C., en tiempos de Hesíodo, algo más tarde que la fecha normalmente atribuida a Homero.

A Deméter de hermosa cabellera, veneranda diosa, comienzo a cantar; a ella y a su hija de anchos tobillos, que fue raptada por Aidoneo -por concesión del tonante largovidente Zeus y a hurto de Deméter, la de áurea hoz y espléndidos frutos- mientras jugaba con las hijas del Océano, las de profunda cintura, y cogía flores en un blando prado, a saber: rosas, azafrán, hermosas violetas, espadillas, jacintos y aquel narciso que la tierra produjo tan admirablemente lozano, por la voluntad de Zeus, con el fin de engañar a la doncella de cutis de rosa y complacer a Hades que a muchos recibe; y al verlo se asombraron así los inmortales dioses como los mortales hombres.

Cien capullos brotaron de su raíz y, al esparcirse su olor suavísimo; sonreían todo el alto y anchuroso cielo, la tierra entera y la hinchada y salobre agua del mar. Ella, admirada, tendió los brazos para coger el hermoso juguete; pero entonces se abrió la tierra, de anchos caminos, en la llanura nisia, y surgió el soberano Polidegmón, hijo famoso de Cronos, llevado por sus corceles inmortales. Y arrebatándola contra su voluntad en carro de oro, se la llevó mientras lloraba y gritaba con aguda voz, invocando a su padre Cronida altísimo y poderosísimo. Pero ninguno de los inmortales ni de los mortales hombres escuchó su voz, ni tampoco sus compañeras de espléndidas muñecas: sino que solamente la oyeron la hija de Perseo, la de tiernos pensamientos, desde su cueva, Hécate, la de luciente diadema, y el soberano Sol, hijo de Hiperión, cuando la doncella invocaba a su padre Cronida; pues éste se hallaba, lejos de los dioses, en un templo de muchos suplicantes, donde recibía hermosos sacrificios de los mortales hombres.

Contra su voluntad, pues, por el consejo de Zeus, se la llevó su tío paterno con los caballos inmortales, aquel que sobre muchos impera y a muchos recibe, el hijo famoso de Cronos. Mientras la diosa no perdió de vista la tierra, el cielo estrellado, el impetuoso oleaje del ponto abundante en peces y los rayos del sol, aún confiaba que vería a su augusta madre y las familias de los sempiternos dioses; y entre tanto la esperanza acariciaba su gran ánimo, aunque estuviese afligida: su voz divina resonaba en las cumbres de las montañas y en las profundidades del ponto, y la oyó la veneranda madre.

Sintió ésta que un agudo dolor le traspasaba el corazón, destrozó con sus manos la cinta que sujetaba su cabellera inmortal, echóse sobre los hombros un cerúleo manto, y salió presurosa, como un ave, a indagar por tierra y por mar; pero ninguno de los dioses ni de los mortales hombres quiso revelarle la verdad, ni ave alguna se le presentó como verídico mensajero.

Durante nueve días vagó por la tierra la veneranda Deo, que llevaba teas encendidas en sus manos; y, angustiada, ni una sola vez probó la ambrosía ni la suave bebida del néctar, ni metió su cuerpo en el baño. Mas cuando le apareció por décima vez la resplandeciente Aurora, salió a su encuentro Hécate con una luz en la mano y, para darle noticias, le dirigió la palabra diciendo:

-¡Veneranda Deméter, que nos traes los frutos a su tiempo y nos haces espléndidos dones! ¿Cuál de los númenes celestiales o de los mortales hombres te robó a Perséfone, contristando tu corazón? Oí sus gritos, pero no vi con mis ojos quién fuese el raptor. Me apresuro a decirte toda la verdad.

Así habló Hécate. Y la hija de Rea, la de hermosa cabellera, no le contestó con palabras; sino que al punto echó a correr con ella, llevando teas encendidas en sus manos. Y llegándose al Sol, atalaya de dioses y hombres, se detuvieron ambas ante sus corceles y preguntó la divina entre las diosas:

-¡Oh Sol! Hónrame a mí que soy diosa, si alguna vez he regocijado con palabras u obras tu corazón y tu ánimo; y también a la hija que di a luz, dulce retoño, famosa por su hermosura, cuya voz de angustia he oído a través del éter, cual si fuese violentada, aunque no lo vi con mis ojos. Pero tú, que con tus rayos contemplas desde el divino éter toda la tierra y el ponto, dime sinceramente, si es que en alguna parte viste a mi hija amada, cuál de los dioses o de los mortales hombres se la ha llevado, cogiéndola a viva fuerza, contra su voluntad y durante mi ausencia.

Así dijo. Y el Hiperiónida le respondió con estas palabras:

-¡Hija de Rea, la de hermosa cabellera, soberana Deméter! Tú lo sabrás, pues te venero mucho y me apiado de ti al verte acongojada a causa de tu hija de hermosos tobillos: ninguno de los inmortales es culpable sino Zeus, que amontona las nubes, el cual se la dio a Hades, su propio hermano, para que la llamara su floreciente esposa; y Hades, raptándola, se la llevó en su carro a la oscuridad tenebrosa, mientras ella profería recios gritos. Pero, oh diosa, cese tu gran llanto: Ninguna precisión tienes de sentir sin motivo esa cólera insaciable, pues no es un yerno indigno de ti, ante los inmortales, tu propio hermano Aidoneo que sobre muchos impera y es de tu mismo linaje; a quien le cupo en suerte, cuando en un principio se efectuó la división en tres partes, ser señor de aquellos entre los cuales mora.

Habiendo hablado así, gritó a los caballos; y éstos, con la increpación, arrastraron rápidamente el veloz carro con las alas extendidas a manera de aves; mientras a ella un pesar más terrible y más cruel le llegaba al alma. Irritada contra el Cronida, el de las sombrías nubes, desamparó el ágora de los dioses y el vasto Olimpo y se fue hacia las ciudades y los pingües cultivos de los hombres, afeando su figura durante mucho tiempo: ninguno de los hombres ni de las mujeres de profunda cintura la reconoció al contemplarla, hasta que llegó a la morada del belicoso Celeo, que entonces era rey de la perfumada Eleusis.

Afligida en su corazón, sentóse cerca del camino, en el pozo Partenio, adonde iban por agua los ciudadanos, a la sombra, pues en su parte alta había brotado un frondoso olivo: Semejaba una vieja nacida antaño que ya no es apta para dar a luz ni para gozar de los presentes de Afrodita, amante de las coronas, cuales son las mujeres que se dedican a criar los hijos de los reyes que administran justicia o tienen el cargo de despenseras de los palacios sonoros.

Viéronla las hijas de Celeo Eleusínida que venían por agua, fácil de sacar, para llevarla en vasijas de bronce al palacio de su padre; eran cuatro, tales como dioses, en la flor de la juventud: Calídice, Clisídice, Demo la amable y Calítoe, la mayor de todas; y no la conocieron pues los dioses difícilmente se dejan ver de los mortales. Y acercándose a ella, le dijeron estas aladas palabras:

-¿Quién y de dónde eres, anciana que naciste con los hombres de antaño? ¿Por qué permaneces lejos de la ciudad y no te acercas a sus casas? Allí, en los umbríos palacios, hay mujeres tan viejas como tú y otras más jóvenes que te acogerán con palabras y acciones benévolas.

Así dijeron. Y la veneranda entre las diosas les respondió con estas palabras:

-¡Hijas amadas, cualesquiera que seáis de las débiles mujeres, salud! Yo os hablaré, que no es inconveniente revelaros la verdad a vosotras que venís a hablarme. Mi nombre es Doso, que tal fue el que me impuso mi venerada madre.

Ahora he venido de Creta, sin que yo lo deseara, por el ancho dorso del mar; pues unos piratas se me llevaron fatal y violentamente, contra mi voluntad. Éstos, yendo en su nave veloz, aportaron a Tórico, donde las mujeres saltaron juntas a tierra, mientras ellos disponían la cena junto a las amarras del buque; pero mi ánimo no apetecía la agradable cena, y lanzándome secretamente por la oscura tierra, huí de mis soberbios señores para que no me vendieran -¡a mí, que nada les había costado!- y se lucraran con el precio.

De esta manera, errante, vine aquí; y no sé qué tierra es ésta, ni quiénes la habitan. A vosotras, todos los que poseen olímpicas mansiones os concedan alcanzar juveniles maridos y tener hijos cuales los desean los padres; pero, apiadaos de mí, doncellas, sedme benévolas, hijas amadas, hasta que entre en la casa de unos esposos para trabajar gustosamente por ellos, haciéndoles cuantas faenas son propias de una mujer anciana: podría llevar en brazos y criar con esmero un niño recién nacido, guardar la casa, aparejar el lecho de los señores en lo más recóndito de la sólida habitación, y enseñar labores a las mujeres.

Así habló la deidad. Y al momento le respondió Calídice, doncella libre aún y la más hermosa de las hijas de Celeo:

-¡Ama! Lo que nos deparan los dioses hemos de sufrirlo necesariamente los humanos, aunque estemos afligidos; pues aquellos nos aventajan mucho en poder.

Pero voy a informarte claramente de esas cosas y a nombrarte los varones en quienes reside aquí la honra del supremo mando; los cuales sobresalen en el pueblo y defienden las almenas de la ciudad con sus consejos y rectos fallos. Las esposas de todos éstos -del prudente Triptólemo, de Dioclo, de Polixeno, del irreprensible Eumolpo, de Dólico, y de nuestro esforzado padre- llevan el gobierno de sus moradas; y ninguna, en cuanto te vea, te alejará de su casa, menospreciando tu aspecto; sino que todas te admitirán, pues eres semejante a una diosa. Y, si quieres, aguarda, mientras nos llegamos a la morada de nuestro padre y referimos detalladamente todas estas cosas a nuestra madre Metanira, la de profunda cintura, por si acaso te manda que vayas a nuestra casa y no busques las de los demás. Pues le ha nacido en la vejez el último hijo muy deseado y recibido con júbilo, el cual se le cría en el palacio bien construido.

Si lo criaras tú, y él llegara a la época de la pubertad, cualquiera de las débiles mujeres te envidiaría al verte: tan grande recompensa te daría por la crianza.

Así dijo, y ella asintió con la cabeza. Las doncellas llenaron de agua las resplandecientes vasijas y se las llevaron ufanamente. Presto llegaron a la espaciosa morada de su padre y al momento contaron a su madre lo que habían visto y oído, y ésta les mandó que fueran enseguida a llamarla, ofreciéndole un inmenso salario. Como las ciervas o las becerras retozan por el prado en la estación primaveral, después de saciarse de forraje; así las doncellas, cogiéndose los pliegues de sus lindos velos, se lanzaron por el cóncavo camino de carros, y alrededor de sus hombros flotaban las cabelleras que parecían flores de azafrán.

Hallaron a la gloriosa deidad cerca del camino, donde antes la dejaran; y acto continuo la condujeron a la grata mansión de su padre: ella seguía detrás, acongojada en su corazón y cubierta desde la cabeza; y el cerúleo peplo ondulaba en torno de los ágiles pies de la diosa. Pronto llegaron a la morada de Celeo, alumno de Zeus, y penetraron en el pórtico donde la veneranda madre estaba sentada, cerca de la columna que sostenía el techo sólidamente construido, con el niño, su nuevo retoño, en el regazo. Las doncellas corrieron hacia su madre y la diosa transpuso con sus pies el umbral, rozó con su cabeza la viga del techo y llenó las puertas de un resplandor divino. El respeto, la admiración y el pálido temor se apoderaron de Metanira, que le cedió el asiento y la invitó a sentarse. Pero Deméter, que nos trae los frutos a su tiempo y nos hace espléndidos dones, no quiso sentarse en el vistoso sillón, sino que permaneció callada y con los bellos ojos hincados en tierra, hasta que Yambe, la de castos pensamientos, puso para ella una fuerte silla que cubrió con blanca pelleja. Habiéndose sentado allí, con sus manos se echó el velo: largo tiempo estuvo sentada en la silla, sin voz, afligida, sin dirigirse a nadie ni con palabras ni con acciones; y así, sin reírse y en ayunas de comida y de bebida, continuó sentada consumiéndose por la soledad de su hija de profunda cintura, hasta que Yambe, la de castos pensamientos, bromeando mucho, movió con sus chistes a la casta señora a sonreír, a reír y a tener alegre ánimo; por lo cual, en adelante, le fue siempre grata por sus modales.

Entonces Metanira le presentó la copa que había llenado de dulce vino; pero ella la rehusó –alegando que no le era lícito tomar el rojo vino- y mandó que le diera para beber harina y agua mezcladas con poleo tierno. Aquélla preparó la mixtura y se la ofreció a la diosa, como ésta lo ordenara; y la muy venerable Deo, habiéndola aceptado de conformidad con el rito y entre ellas Metanira, de profunda cintura, comenzó a decir:

-Salve, mujer, pues no creo que tus padres sean viles, sino nobles: el pudor y la gracia brillan en tus ojos como si descendieras de reyes que administran justicia.

Lo que nos deparan los dioses hemos de sufrirlo necesariamente los humanos, pues su yugo está sobre nuestro cuello. Ahora, puesto que has venido acá, tendrás cuanto tengo yo misma. Críame este niño que los inmortales me han dado tardía e inesperadamente, después de reiteradas súplicas. Si tú lo criaras y él llegara a la época de la pubertad, cualquiera de las débiles mujeres te envidiaría al verte: tan grande recompensa te daría por la crianza.

Respondióle a su vez Deméter, la de bella corona:

-Salve también tú y mucho, oh mujer, y que los dioses te colmen de bienes. Gustosa recibiré tu hijo, como me lo mandas, y lo criaré; y espero que nunca lo dañará ningún sortilegio ni el hipotamno, por imprudencias del ama, pues conozco un antídoto mucho mejor que el hilótomo y sé un remedio excelente contra el funestísimo sortilegio.

Habiendo hablado así, cogió con sus manos inmortales al niño y se lo puso en el fragante seno; y la madre se alegró en su corazón. Así ella criaba en el palacio al hijo ilustre del prudente Celeo, Demofoonte, a quien había dado a luz Metanira, la de bella cintura; y el niño crecía, semejante a un dios, sin comer pan ni mamar la leche de su madre. Deméter lo frotaba con ambrosía, cual si fuese hijo de una deidad, soplándolo suavemente y llevándolo en el seno; y por la noche lo ocultaba en el ardor del fuego, como un tizón, a escondidas de sus padres, para los cuales era gran maravilla que creciera tan floreciente y con un aspecto tan parecido al de las deidades. Y así le hubiera librado de la vejez y de la muerte; pero, espiándola durante la noche, lo vio desde la cámara nupcial Metanira, la de hermosa cintura; la cual sollozó, se golpeó ambos muslos, temiendo por su hijo, y cometió una gran falta en su corazón, pues, lamentándose, dijo estas aladas palabras:

-¡Hijo Demofoonte! La forastera te esconde en un gran fuego, y me causa llanto y funestos pesares.

Así dijo gimiendo; y la oyó la divina entre las diosas. Irritada contra ella, Deméter, la de bella corona, sacó del fuego al niño amado, al que inesperadamente había dado a luz Metanira en el palacio, y con sus manos inmortales lo apartó de sí, dejándolo en el suelo. Y terriblemente enojada en su ánimo, dijo al mismo tiempo a Metanira, la de hermosa cintura:

-¡Hombres ignorantes y sin juicio para prever el bien o el mal que el hado nos ha de traer! También tú, con tus imprudencias, has cometido una falta grandísima.

Sépalo, pues, el agua implacable de la Estix, juramento de los dioses: Hubiera librado de la muerte y de la vejez por todos los días a tu hijo amado, otorgándole imperecedero honor; y ahora ya no le será posible evitar la muerte y las Parcas.

Mas el imperecedero honor le acompañará siempre, porque subió a mis rodillas y durmió en mis brazos. Cuando, transcurriendo los años, llegue a la edad madura, los hijos de los eleusinios trabarán mutuos combates y terribles luchas todos los días. Yo soy la venerada Deméter, que representa la mayor utilidad y alegría así para los inmortales como para los mortales. Mas, ea, lábreme todo el pueblo un gran templo con su altar al pie de la ciudad y de su alto muro, sobre el Calícoro, en la prominente colina; y yo, en persona, os enseñaré los misterios para que luego aplaquéis mi mente con santos sacrificios.

Habiendo hablado así, la diosa mudó de estatura y forma, arrojó la vejez y espiró belleza por todas partes: Sus perfumados peplos esparcieron agradable olor, brilló hasta lejos la claridad que despedía el cuerpo inmortal de la diosa, flotaron sobre sus hombros los rubios cabellos, y la sólida casa se llenó de un resplandor parecido al relámpago. Entonces salió de la sala, y al punto desfallecieron las rodillas de Metanira, que estuvo largo tiempo sin voz y sin acordarse en absoluto del hijo que le había nacido en la vejez, para levantarlo del suelo.

Pero la voz lastimera del niño fue oída por sus hermanas, que saltaron de los lechos de hermosas colchas: una de ellas levantó al infante con sus manos y se lo puso en el seno, otra encendió fuego, y otra acudió ligera moviendo las tiernas plantas para que su madre se alzara del flagrante tálamo. Reunidas alrededor del niño, que estaba palpitando, lo lavaron y acariciaron; pero no se le aquietó el ánimo, porque lo tenían unas amas y nodrizas muy inferiores.

Éstas, temblando de miedo, apaciguaron durante toda la noche la gloriosa deidad; y, al descubrirse la Aurora, refirieron verazmente al poderoso Celeo lo que había mandado la diosa Deméter, la de bella corona. Celeo, habiendo convocado al numeroso pueblo para que se reuniera en el ágora, ordenó que se erigiera un rico templo y un altar a Deméter, la de hermosa cabellera, en la prominente colina. Muy pronto le obedecieron, escucháronle atentos mientras les hablaba y, tal como se lo mandó, labraron un templo que fue creciendo por la voluntad de la diosa.

Después que lo acabaron y cesaron de trabajar, se fueron para volver a sus respectivas casas; y la blonda Deméter se estableció en él y allí se quedó, lejos de los bienaventurados todos, carcomiéndose de la soledad que sentía por su hija, la de profunda cintura. E hizo que sobre la fértil tierra fuese aquel año muy terrible y cruel para los hombres; y el suelo no produjo ninguna semilla, pues las escondía Deméter, la de bella corona. En vano arrastraron los bueyes muchos corvos arados por los campos e inútilmente cayó en abundancia la blanquecina cebada sobre la tierra. Y hubiera perecido por completo el linaje de los hombres dotados de palabra a causa del hambre feroz, privándose a los que poseen olímpicas moradas del honor de las ofrendas y de los sacrificios, si Zeus no lo hubiese notado y considerado en su ánimo.

Primeramente incitó a Iris, la de áureas alas, a que llamara a Deméter, la de hermosa cabellera y aspecto amabilísimo. Así se lo recomendó; y ella, obedeciendo a Zeus Cronión, el de las negras nubes, recorrió velozmente con sus pies el espacio intermedio. Llegó a la perfumada ciudad de Eleusis, halló en el templo a Deméter, la del cerúleo peplo, y hablándole le dijo estas aladas palabras:

-¡Deméter! Te llama el padre Zeus, conocedor de lo eterno, para que vayas a do están las familias de los sempiternos dioses. Ve, pues, y no sea ineficaz mi palabra que procede de Zeus.

Así dijo, rogando; pero el ánimo de aquélla no se dejó persuadir. Seguidamente Zeus le fue enviando todos los sempiternos bienaventurados dioses, y éstos se le presentaban unos en pos de otros, y la llamaban y le ofrecían muchos y hermosísimos dones y las honras que ella quisiera entre los inmortales dioses; pero ninguno pudo persuadir la mente y el pensamiento de la que estaba irritada en su corazón y rechazaba obstinadamente las razones. Porque afirmaba que no subiría al perfumado Olimpo ni permitiría que saliesen frutos de la tierra hasta que con sus ojos viera a su hija, la de lindos ojos.

Cuando esto supo el tonante largovidente Zeus, envió al Érebo al Argifontes, el de la áurea varita, para que, exhortando a Hades con suaves palabras, sacara a la casta Persefonea de la oscuridad tenebrosa y la llevara a la luz, a los dioses, con el fin de que la madre la viera con sus ojos y depusiera la cólera. Hermes no desobedeció; sino que, dejando su morada del Olimpo, se echó veloz a las profundidades de la tierra. Y halló a aquel rey, que estaba dentro de su casa, sentado en un lecho con su veneranda esposa; y a ésta, muy contrariada por la soledad de su madre, que a lo lejos revolvía en su mente algo contrario a los intereses de los bienaventurados dioses. Y, en llegando a su presencia, dijo el poderoso Argifontes:

-¡Hades de cerúlea cabellera, que reinas sobre los muertos! Padre Zeus me manda sacar del Erebo la gloriosa Persefonea y llevársela a ellos; a fin de que la madre, viéndola con sus ojos, deponga la ira y la terrible cólera contra los inmortales. Porque ella maquina este grave propósito: destruir la débil raza de los terrígenas hombres, escondiendo la semilla dentro de la tierra y acabando así con los honores de los inmortales. Y, encendida en terrible cólera, no se junta con los dioses; sino que se sienta aparte, dentro de un perfumado templo, imperando sobre la escarpada ciudad de Eleusis.

Así dijo. Sonrióse, moviendo las cejas, el rey de los infiernos, Aidoneo, y no desobedeció el mandato del soberano Zeus; pues enseguida dio esta orden a la prudente Persefonea:

-Ve, Perséfone, con ánimo y corazón apacibles, a encontrar a tu madre de cerúleo peplo; y no te acongojes en demasía, ni mucho más de lo que se acongojaría otro cualquiera. Hermano como soy de tu padre Zeus, no seré un esposo indigno de ti, entre los inmortales; y tú, quedándote aquí, serás dueña de cuanto vive y se mueve, y disfrutarás de las mayores honras entre los dioses. Y habrá siempre, todos los días, una pena señalada para los delincuentes que no aplacaren tu ánimo con sacrificios, ofrendándotelos santamente y ofreciéndote los debidos presentes.

Así dijo. Alegróse la prudente Persefonea y enseguida saltó de júbilo; mas él, atrayéndola a sí, le dio a comer misteriosamente un dulce grano de granada, para que no se quedase siempre allá, al lado de la veneranda Deméter, de cerúleo peplo.

Acto continuo Aidoneo, que sobre muchos impera, enganchó los inmortales corceles a la parte delantera y baja del áureo carro; subió aquélla; y el poderoso Argifontes, puesto a su lado, tomó en sus manos las riendas y el látigo y aguijó a los caballos hacia el exterior de la casa; y ellos volaron gozosos. Con gran rapidez acabaron el largo camino; y ni el mar, ni el agua de los ríos, ni los valles herbosos, ni las cumbres contuvieron el ímpetu de los corceles inmortales; sino que éstos, pasando por cima, cortaban el denso aire mientras andaban.

Hermes, que guiaba el carro, lo paró delante del perfumado templo donde residía Deméter, la de bella corona, y ésta, al advertirlo, salió corriendo como una ménade que baja por una montaña cubierta de bosque.

Perséfone, a su vez, en cuanto vio los bellos ojos de su madre, dejando el carro y los caballos, saltó, se puso a correr y echándose a su cuello la abrazó. Mas a Deméter, cuando aún tenía entre sus brazos la hija amada, el corazón le presagió algún engaño y la hizo temblar horriblemente. Y dejando de acariciar a su hija, la interrogó con estas palabras:

-¡Oh hija! ¿Por ventura es cierto que, estando abajo, no probaste ningún manjar? Habla; no me ocultes lo que piensas, para que ambas lo sepamos. Si así fuere, habiendo subido de junto al odioso Hades, morarás desde ahora conmigo y con el padre Cronión, el de las oscuras nubes, honrada por todos los inmortales. Pero si no, volarás de nuevo a las profundidades de la tierra y habitarás allí la tercera parte de las estaciones del año, y las otras dos conmigo y con los demás inmortales. Cuando la tierra lozanee con toda suerte de olorosas flores primaverales, ascenderás nuevamente de la oscuridad tenebrosa, como un prodigio para los dioses y los mortales hombres. Mas, ¿con qué fraude te engañó el poderoso Polidegmón?

Respondióle a su vez la hermosísima Perséfone:

-Pues yo te diré, oh madre, toda la verdad. Cuando se me presentó el benéfico Hermes, nuncio veloz, de parte del padre Cronión y de los demás dioses celestiales, para sacarme del Erebo, a fin de que, viéndome con tus ojos, pusieras término a tu ira y a tu terrible cólera, enseguida salté de júbilo; mas él me hizo tragar misteriosamente un grano de granada, dulce alimento, y contra mi voluntad y a la fuerza me obligó a gustarlo. Diré ahora cómo, habiéndome raptado por oculto designio del Cronida, mi padre, fue a llevarme a las profundidades de la tierra; y te lo referiré todo, conforme lo pides.

Todas nosotras -Leucipe, Feno, Electra, Yante, Melita, Yaque, Rodía, Calirroe, Melóbosis, Tique, Ocírroe de cutis de rosa, Criseida, Yanira, Acaste, Admeta, Ródope, Pluto, la deseable Calipso, Estix, Urania, Galaxaura amable, Palas, que aviva el combate, y Ártemis, que se complace en las flechas- jugábamos en el ameno prado y cogíamos con nuestras manos agradables flores, mezclando el tierno azafrán, las espadillas y el jacinto, y los capullos de rosa y los lirios -¡encanto de la vista!- y aquel narciso que produjo la vasta tierra cual si fuese azafrán. Y mientras yo las cogía con alborozo, abrióse la tierra y de ella salió el poderoso rey Polidegmón; y se me llevó a mí, muy contrariada, adentro de la tierra en su carro de oro; y yo gritaba con recia voz. Todas estas cosas que te cuento, aunque estoy angustiada, son verdaderas.

Así entonces, dotadas una y otra de iguales sentimientos, alegraban durante todo el día su corazón y su ánimo, abrazándose con ternura; y su espíritu descansaba de los pesares. Ambas, pues, se causaban y recibían mutuos gozos.

Acercóseles Hécate, la de luciente diadema, y abrazó muchas veces a la hija de la casta Deméter, cuya servidora y compañera fue de allí en adelante dicha reina. Mas el tonante largovidente Zeus envióles como mensajera a Rea, a de hermosa diadema, para que las hiciera volver a las familias de las deidades; prometió dar a Deméter las honras que ella quisiera entre los inmortales dioses; y asintió con la cabeza a que, en el transcurso del año, su hija pasara un tercio del tiempo en la oscuridad tenebrosa y los otros dos con su madre y los demás inmortales.

-Así dijo; y la diosa no desobedeció el mandato de Zeus. Lanzóse veloz desde las cimas del Olimpo y llegó a Rario, que anteriormente había sido ubre fecunda de la tierra; que entonces no era fértil, pues se hallaba inactiva y sin hojas, y escondía la blanquecina cebada por decisión de Deméter, la de hermosos tobillos; y que luego, entrada ya la primavera, había de cubrirse rápidamente de largas espigas, y los pingües surcos del suelo cargarse de mieses, y éstas ser atadas en manojos. Allí fue donde primero descendió Rea desde el éter estéril. Viéronse las diosas y se regocijaron en su corazón. Y Rea, la de luciente diadema, dijo así a Deméter:

-¡Ven acá, hija! Te llama el tonante largovidente Zeus para que vayas a las familias de las deidades; prometió darte las honras que quisieras entre los inmortales dioses; y asintió con la cabeza a que, en el transcurso del año, tu hija pase un tercio del tiempo en la oscuridad tenebrosa y los otros dos contigo y con los demás inmortales. Así dijo que se cumpliría y lo ratificó con un movimiento de su cabeza. Mas ve, hija mía, y obedece. No te irrites demasiada e incesantemente contra el Cronión, el de las sombrías nubes, y haz que crezcan rápidamente los frutos de que viven los hombres.

Así dijo; y no desobedeció Deméter, la de bella corona, que enseguida hizo salir fruto de los fértiles campos. Toda la ancha tierra se cargó de hojas y flores; y la diosa fue a mostrar a los reyes que administran justicia -a Triptólemo, a Diocles, domador de caballos; al fuerte Eumolpo y a Celeo, caudillo de pueblos- el ministerio de las cosas sagradas; y a todos -a Triptólemo, a Polixeno y además a Diocles- les explicó los venerandos misterios, que no es lícito descuidar, ni escudriñar, ni revelar, pues el gran respeto a los dioses corta la voz. Dichoso, entre los hombres terrestres, el que los ha contemplado; pues el no iniciado en estos misterios, el que de ellos no participa, no alcanza jamás una suerte como la de aquél, ni aun, después de muerto, en la oscuridad tenebrosa.

Mas después que la divina entre las deidades dio a conocer todas estas cosas, partieron ambas para dirigirse al Olimpo, a la junta de los demás dioses. Allí moran, augustas y venerables, junto a Zeus que se complace en el rayo. Muy dichoso es, entre los hombres terrestres, aquel a quien ellas aman benévolamente; pues enseguida le envían a su gran casa, como protector del hogar, a Hades, que procura la riqueza a los mortales hombres.

Mas, ea, tú que posees el pueblo de la perfumada Eleusis, y Paros, cercada por las olas, y Antrón rocosa; oh venerable, que nos haces espléndidos dones y nos traes los frutos a su tiempo, soberana Deo; tú y tu hija, la muy hermosa Persefonea: Dadme, benévolas, una vida agradable como recompensa de este canto. Y yo me acordaré de ti y de otro canto.-

[Use copiar (Ctrl + C) y pegar (Ctrl + V)]

Frase del Día:

«La libertad de expresión es decir lo que la gente no quiere oír.»

— George Orwell,
(1903 – 1950, escritor británico)

Estadísticas del Sitio:

 Día Lunes 13, de Octubre de 2025 

| Posts: 383 | Páginas: 48 | Libros: 12 | Faqs: 29 | Eventos: 3 | Preguntas: 29 | Respuestas: 31 | Testimonios: 4 | Términos: 2 | Notas: 7 | Base de conocimientos: 1 | Mitos: 1 | Efemérides: 0 | Personajes: 0 | Revisiones de Libros: 0 | Estados: 38 | Imágenes: 913 | Comentarios: 224 | Subscriptores: 322 | Tags: 2263 | Categorías: 63 |

Total de posts: [559].

Este blog comenzó el 13-08-2012, hace: 4809 días...

Actualizado en: 04-02-2020

Posts Recientes:

La existencia humana…
Oscar Carlos Cortelezzi
20-04-2025
El paganismo es mucho más que una serie de creencias…
Oscar Carlos Cortelezzi
25-06-2024
Ultranihilismo
Oscar Carlos Cortelezzi
10-05-2024
¿Podrá la Wicca transcender sus falencias fundacionales? (Parte 1)
Oscar Carlos Cortelezzi
06-05-2024
Paganismo y parejas interreligiosas…
Oscar Carlos Cortelezzi
21-01-2024
Elecciones presidenciales de Argentina – 2023
Oscar Carlos Cortelezzi
09-12-2023
Dioses ancestrales versus entidades subjetivas…
Oscar Carlos Cortelezzi
25-11-2023
Origen de la palabra religión
Oscar Carlos Cortelezzi
30-10-2023
Las Letanías de Satán
Oscar Carlos Cortelezzi
07-10-2023
Pensamiento de colmena…
Oscar Carlos Cortelezzi
13-09-2023

Universo Pagano

webmaster@universo-pagano.com http://www.universo-pagano.com/ Oscar Carlos Cortelezzi

Proyecto de reconstru-cción, divulgación y redes-cubrimiento de todas las tradiciones paganas ances-trales y del legado que ofrecen a la Humanidad.

Esta página, tiene por objeto la difusión y redescubrimiento del Paganismo. Además, el promover, difundir y defender el Paganismo, como religión, forma de vida, filosofía, sistema ético y modo de ver la Vida. Divulgar su naturaleza y contenido, redescubrir sus antiguos valores, historia, mitología y conceptos éticos. Crear un ámbito de debate abierto, donde todo esto pueda generarse con libertad y seriedad.

Universo Pagano es un proyecto nacido en 2001 que tiene por finalidad el encontrar puntos en común entre todas las tradiciones del Paganismo; difundir toda la información posible sobre éste; esclarecer sus puntos controversiales y dar soporte a todos aquellos paganos que quieran publicar sus ideas y creencias en la red.

Únete a la Página »»
Únete al Grupo de Facebook »»
Síguenos en Twitter »»

Reflexiones Paganas en Facebook:

Canal de YouTube:

Reflexiones Paganas en Spotify (Podcasts):

Otros canales de podcasts:

Oscar Carlos Cortelezzi (En Facebook):

 Oscar Carlos
 Cortelezzi (OscarCo)

Página oficial de en Facebook.

Me gusta lo desconocido, el Erebus... Me complazco en las diferencias, en la pluralidad, en la variedad. Me interesa la realidad tal cual es, pero presto atención a la verdad de cada quien. Estoy en una búsqueda que sólo terminará cuando muera.

Únete »»


Si desea seguir o solicitar amistad a Oscar Carlos Cortelezzi (OscarCo) en su perfil de Facebook, haga click aquí »»

(Las solicitudes de amistad se aceptarán según la disponibilidad de lugar en la cuenta respectiva).


Síganos en Twitter:
@UniversoPagano