Bueno, para contextualizar, comenzaré por responder lo segundo (la pregunta complementaria): En efecto, el Paganismo es un sistema de creencias (como cualquier otra forma de entender la Existencia, el Universo o la Vida).
Respecto de la pregunta principal, existen varias diferencias muy significativas… A saber:
1) Primero que nada, los dioses del Paganismo son las fuerzas de la Naturaleza personificadas. Es cierto que se pueden concebir entidades abstractas, como la diosa Justicia del mundo clásico o la Ma’at (Verdad-Justicia-Orden) del Antiguo Egipto. Pero en todo caso, las deidades de virtualmente todas las tradiciones paganas, son personificaciones de cosas tangibles o, por lo menos, evidentes…
Por ejemplo: Si un pagano sale fuera, en una noche tormentosa, mirará el Cielo y pensará en Zeus o Thor, al contemplar los rayos. Sin embargo, no ignorará (al menos si tiene cierta cultura) cuales son los procesos físicos y enteramente naturales que conforman esa fuerza de la atmósfera). Sencillamente, la venera y, por ello, la personifica y sacraliza. Sin que implique caer en la superstición (definida como renegar del conocimiento de cómo funciona el Universo).
2) Por lo anterior, cualquier concepto de un dios o diosa, dentro del Paganismo, es inmanente. Tiene que ver con algo que existe dentro del Universo. Nosotros no creemos en dioses trascendentes o entidades que estén «más allá» de la Naturaleza. Para ponerlo en perspectiva: En todas las mitologías paganas, los dioses tienen su teofanía (surgen en un momento dado), no están desde «siempre».
Además, en todas las tradiciones, los dioses tuvieron un comienzo y tendrán un final. No son «eternos» (ya que nada en nuestra cosmovisión, lo es).
3) Los paganos no concebimos a lo divino como algo a lo que haya que sujetarse en ningún sentido. No nos consideramos ovejas de un rebaño o esclavos de ningún ser. El pagano concibe a la relación con sus dioses como un intercambio simbólico, algo que ya se da de forma natural al interactuar con los demás seres y fuerzas del Cosmos, pero que nosotros lo sacralizamos y manejamos a través de un esquema de metáforas y rituales.
4) Ningún pagano (al menos no si es medianamente ilustrado), cree que sus dioses son absolutos. No imagina, que tienen una entidad independiente de su creencia en ellos. Desde luego, y como dije en el primer punto, pensamos que los dioses son fuerzas primarias del Universo, que están allí más allá de nuestra interpretación o creencia. Sin embargo, los atributos, el sentido y significado que le damos a cada uno (si se quiere la mitología y el folclore) es parte de una cultura en particular y sirve de lenguaje mítico-simbólico para manejar aspectos de la existencia que no son accesibles al razonamiento lógico. Nada más que eso.
Por ejemplo: Supongamos que un habitante del Antiguo Egipto se encontraba con un sumerio… El primero creía en Râ. como el dios solar, mientras que el segundo lo hacía con la imagen de Samash. Ahora bien, no es que estas dos personas disputarían entre «qué dios era el verdadero», como ocurriría entre un cristiano y un musulmán de nuestra época.
Entre los paganos, los nombres, atributos, formas y mitos que se le asignan a cada deidad, son sólo metáforas de sentido, esquemas simbólicos para manejar conceptos profundos, arquetípicos. Pero nada más. Ningún pagano creerá que su forma de ver lo divino es más acertada que la de su vecino.
5) El pagano no espera que sus dioses hagan «milagros», no cree en lo sobrenatural, en el sentido de que nada está por sobre la Naturaleza y sus leyes inmutables. No espera que lo imposible ocurra y sabe que lo que ocurrirá tiene mucho que ver con su voluntad y actitud (pero también con el azar y el determinismo de las fuerzas naturales).
6) Finalmente, los paganos no creemos en dioses que nos obliguen a nada. Somos nosotros los que diseñamos el camino que queremos transitar en nuestra vida. En el Paganismo no hay «mandamientos»; no hay salvaciones ni condenaciones; no hay «verdades reveladas» ni nada que nos obligue a vivir de una manera determinada.
Nuestra ética está basada en virtudes puntuales, en cosas que son claramente benéficas (no en mandatos arbitrarios de un libro o tradición). Algunas variantes paganas tienen «consejos», sugerencias o tradiciones sobre como comportarse. Por ejemplo el Hávamál de los nórdicos (uno de los Eddas Mayores). Pero en ningún caso es un mandato.
7) Algo muy importante: Somos politeístas… No existe paganismo sin pluralidad de dioses. Pero no sólo en el sentido del panteón de la tradición que uno aborde, sino en la aceptación de los dioses de todos los demás. En la historia del paganismo antiguo, jamás existieron «guerras santas» o luchas religiosas. Los paganos modernos pensamos igual…
Ahora bien, no es preciso que abunde en la diferencia con el «dios cristiano», respecto de lo que expliqué más arriba:
Se trata de un monoteísmo exclusivista, en donde no existe cabida para ninguna fuerza que matice su unicidad. Además, es un dios extra-cósmico (puramente trascendente). Estaba «antes» de surgir el Cosmos («Creación») y estará después. No es la Naturaleza, a la cual los cristianos ven como algo a «usar», a sojuzgar (en vez de la Madre de toda vida y, por tanto, algo sagrado).
Por otro lado, el dios cristiano, tiene un «plan» para el Hombre, lo fuerza a elegir entre servirlo y salvarlo o condenarlo.
Demás está decir lo que el monoteísmo trae (y siempre trajo) aparejado: Intolerancia, xenofobia; guerras santas e inquisiciones; destrucción del patrimonio cultural de «los demás»; sumisión de las personas a una moral establecida; negación de la sexualidad; irrespeto hacia la Naturaleza y todas sus formas de vida, etc…
Creo que enumeré las diferencias capitales, aunque podríamos continuar por largo rato con enésimos puntos secundarios, que son igualmente diferenciadores…