¿La Virgen María puede ocupar el lugar de La Diosa
en la Wicca o de las diosas paganas?
La Diosa Isis y la Virgen María
Esta imagen muestra claramente el sincretismo forzado y la copia de atributos externos, generado por los primitivos cristianos con fines proselitistas.
Definitivamente NO. Tanto en sus versiones míticas como en relación al personaje (supuestamente) histórico (la madre de Jesús de Nazaret), nunca se pretendió la divinidad para ella.
Muchos neopaganos, de origen católico, creen que es natural identificar a la figura femenina más importante del Cristianismo, con la Diosa (es decir con el constructo moderno y la figura global con que la Wicca ve a las diversas divinidades femeninas del paganismo pretérito); o bien, la suman a la lista de deidades femeninas a las cuales rinden culto.
Tal cosa es por demás equívoca: María de Nazaret fue una simple mujer, a la cual se entronizó como un ser especial porque se le adosó la idea del «nacimiento virginal», un muy antiguo mito del Oriente, sobre el nacimiento de varios personajes relevantes de las grandes religiones: Buddha, Mithra, Krishna, Lao Tze, etc… El cual fue asimilado al ciclo mítico cristiano debido al contacto de estas ideas con la nueva religión, a partir de las rutas abiertas por las conquistas de Alejandro Magno y luego por la «Ruta de la Seda« (entre Oriente Extremo y Medio así como con Occidente, especialmente en Alejandría, Antioquía, Damasco, Bizancio y Roma).
Los cristianos primitivos no daban gran importancia a este personaje (basta con hacer una rauda lectura de los evangelios canónicos y apócrifos para darse cuenta de ello). En las escrituras de dicha religión, se la nombra en contadas ocasiones.
Las supuestas palabras de María de Nazaret, en momentos de la «Anunciación» (cuando el «Espíritu Santo» del dios hebreo la «cubrió»), no fueron las de una diosa en igualdad de condiciones antes el dios, sino las de una sierva, léase: «He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra…» (Ev. de Lucas 1:38).
Es muy difícil ver aquí algo que esté relacionado con una deidad femenina (y sí el equivalente a una esclava sexual).
Sin embargo, lo más importante tiene que ver con la naturaleza del arquetipo que este personaje representa: La sumisión al poder masculino y patriarcal; la subordinación al dios monárquico y único y la desnaturalización del rol femenino en la religión.
La mayoría de las diosas de la antigüedad eran tanto o más importantes que sus contrapartes masculinas, jamás estaban subordinadas a estos (a no ser que se tratara de una deidad menor, y siempre por razones diferentes al género).
La misma doctrina de la ICAR, aclara enfáticamente que los católicos deben a la Virgen María, hiperdulia (de hiper: prefijo derivado del griego ύπέρ = «más allá de», «por sobre» y de doulos o δουλoυσ = «siervo», «esclavo»), pero nunca adoración. Esto último, por si mismo, dejaría fuera de toda consideración a «Maria como la Diosa» del Paganismo.
Por si fuera poco, desde lo ético, también existen antinomias irreconciliables: Las diosas paganas eran libres en lo sexual y por tanto, la visión pagana del sexo y la libertad de la Mujer, eran muy diferentes del paradigma represivo y discriminatorio que se dio en la cultura bíblico / coránica (o sea las relacionadas con el dios «único»).
En el Judaísmo y el Cristianismo, la mujer libre, que decide por si misma y se atiene a las consecuencias, es Eva (la mítica primera mujer del Génesis) y no es una figura precisamente venerada, sino tomada como el origen de todo pecado y desgracia en la especie humana, y eternamente vituperada por ello.
Nada puede ser más contrario al Paganismo que esto último. Según nuestro punto de vista, el sexo es la manera primaria de celebrar la vida, de honrar el poder de la fecundidad que los dioses legaron al Hombre; mientras que la libertad es el bien mayor y más preciado. Nada significan para nosotros, nociones como el «pecado» o la «virginidad» (esta última, en el sentido de su supuesta santidad inherente).
Cabe aclarar que tampoco es válida la idea new-age o de los cristianos liberales, sobre que la verdadera «María» fue en realidad Magdalena («María de Magdala») y que llegó a ser una suerte de pareja o esposa de Jesús.
Más allá de lo aventurada y poco fiable que es esta teoría, existe el mismo problema: No sería una figura emparejada al «dios» o al «hijo del dios», sino una simple discípula o profeta del mismo.
En el Paganismo no cabe la discriminación de género, ni en el plano humano, ni en el divino. Esto es por antecedentes históricos, por principios éticos y por las bases mismas de nuestras creencias: La dualidad de los géneros es un balance perfecto, si uno tuviera más poder o importancia que el otro, la Vida y Movimiento Universal se dentendría.
La Magdalena es vista como la «prostituta» arrepentida (como si necesitara pedir disculpas por lo que hacía con su cuerpo). Más allá de que, los mismos cristianos, aclaran que se trató de un mal entendido bíblico / histórico (ya que la «prostituta» era una mujer diferente, si se lee con atención el relato evangélico), siempre ha predominado esa idea en la mitología cristiana: La de una mujer que sigue al «salvador» (de dicha religión) con fe absoluta, pero también con el mismo grado de sumisión y servilismo, eternamente dolorida y arrepentida por su pasado «pecaminoso».
Por otro lado, no se debería confundir el hecho real del sincretismo forzado por la represión de la iglesia cristiana y del Imperio Romano (cristianizado), con una natural correspondencia o «legado» de las diosas antiguas en la figura de la «Virgen María».
El arquetipo de Isis (culto que rivalizaba con el cristiano durante los primeros siglos de esta religión), fue absorbido por la nueva religión para ganar adeptos a sus filas, sin embargo, el mismo fue despojado de todos los atributos divinos y naturales de la diosa, para convertirse en un ser artificial y carente de sexualidad o conexión con la Tierra o la Naturaleza.
María de Nazaret o bien la María Magdalena de «El Código Da Vinci» (entre otras quimeras y panfletos literarios), representa la antítesis de una diosa: Un ser sometido al poder del dios masculino, monárquico y absoluto.
No hay lugar para tal cosa en el Paganismo, no importa de que tradición se hable o cuan «ecléctico» se pretenda ser.-
Autor, antropología, psicología; community manager, diseño y administración web…
Investigador del pasado y los orígenes de las creencias. Dedicado a la reconstrucción y divulgación del Paganismo; a la lucha por el laicismo y el conocimiento científico. Activista de los Derechos Humanos y los Derechos Animales. Ecologista radical. Pagano, liberal. Escritor, librepensador… 44 años de experiencia en la reconstrucción y difusión del Paganismo y el legado ancestral (25 años en la red).
Me gusta lo desconocido, el Erebus, lo que está en penumbras… Valoro tanto la Oscuridad como la Luz, que forman un eterno balance el cual da vida al Universo. Estoy en una jornada, una aventura y una exploración que sólo terminará cuando muera…
«En la arena del debate, sólo cae herida la ignorancia.»
Excelente artículo
Gracias Vernal! :)
SOBRE EL CULTO MARIANO Y LA VIRGEN DEL PILAR
Sobre la famosa Virgen del Pilar,(Vírgen María) icono de muchos españoles y símbolo de la Hispanidad católica, además de ser patrona de la Guardia Civil española. Patrona de Aragón y de su capital Zaragoza, venerada en la Basílica que lleva su nombre.
Cuentan las apologías católicas que los orígenes de su culto se remontan al primer siglo de la E.C, cuando un 2 de Enero del año 40 la denominada Virgen María, madre de Jesús, se apareció a Santiago el mayor en CesarAugusta,( la antigua Salduie, ciudad íbera de la tribu de los sedetanos, y la Zaragoza posterior) sobre un pilar.
Se narra que el susodicho Santiago y siete paganos convertidos al cristianismo, edificaron en su memoria y honra, una capilla u oratorio en las orillas del río Iberus Flumen o Iber (Ebro). Mucho después, esta leyenda quedó recogida en las “Moralia, sive Expositio in Job”, de Gregorio Magno, por allá entre los años 578-595, de nuestro señor, según rezan las crónicas.
Dos imágenes en madera talladas, supuestamente originales del siglo XV de la Virgen del Pilar.
En el códice de referencia se dice del Apóstol Santiago:
«En Zaragoza predicó muchos días, logrando convertir para Cristo a 7 hombres. Con estos convertidos se entretenía en dulces enseñanzas sobre el reino de Dios, y por la noche iba a la orilla del río donde se acostaba en la paja».
Allí se le apareció en carne mortal la Virgen María encima de un pilar o columna y le dijo:
«He aquí, hijo mío Jacobo, el lugar de mi elección. Mira este pilar en que me asiento, enviado por mi hijo y maestro tuyo. En esta tierra edificarás una capilla. Y el Altísimo obrará, por Mi, milagros admirables sobre todos los que imploren, en sus necesidades, mi auxilio. Este pilar quedará aquí hasta el fin de los tiempos, para que nunca le falten adoradores a Jesucristo».
Isis y Horus Seminaris y Nimrod Afrodita y Eros Una Matres
Tras la reconquista por los cristianos de la ciudad de Sarakusta (Zaragoza) a los musulmanes, y posteriormente ya en siglo XIII, es cuando se retoma el fervor mariano
Sin embargo, hay otras versiones más apócrifas aun si caben, de la leyenda del culto, que cuentan que María llegó aun como mortal y como visitante a la ciudad, dejando como evidencia de su visita una pilastra de jaspe, que fue el posterior Pilar, parte del culto mariano.
Y bien, estas son las versiones oficiales y católicas del culto mariano, pero en realidad, la historia real difiere mucho de estas amañadas y dogmáticas interpretaciones.
-En primer lugar hemos de considerar que la pretendida aparición mariana no es mencionada siquiera por Alfonso X de Castilla, apodado el Sabio (1221-1284) tan aficionado en sus Cántigas a exponer todos los milagros y apariciones de María que se suponían históricos en la época.
-En segundo lugar, se haría bien en tener en cuenta que la primera imagen sobre la pretendida aparición de dicha virgen sobre un pilar, fue una réplica gótica en madera de cedro tallada en siglo XV, realizada por el escultor aragonés Juan de la Huerta entre 1434 y 1443, según opiniones de la historiadora contemporánea de arte María del Carmen Lacarra. Dicha imagen es una copia de una diosa íbera o celtíbera, sobre una roca, cueva, peñasco o promontorio, que podría enmarcarse en la conceptualización de las Divinidades conocidas como Matres, que eran diosas de la Tierra y de la fecundidad, comunes a muchas culturas y pueblos pre-cristianos y cuyo culto proviene de épocas matriarcales y hasta del Neolítico. Este tipo de diosas matronas o Diosas Madres que eran Divinidades predominantes en los cultos ancestrales, fueron cediendo su supremacía espiritual, conforme el patriarcado iba ganando terreno, hasta quedar relegadas a un culto que sin duda fue importante, pero no ya preeminente, tanto entre celtas, íberos como en la mayoría de culturas mediterráneas y de Oriente Medio.
– En tercer lugar, se ha de tener en cuenta que la Basílica del Pilar, fue construida sobre un antiguo templo romano de Cesaraugusta, que previamente había sido un lugar sagrado para los habitantes pre-romanos, donde al parecer se adoraba a la diosa Ceres Pilágoras, donde el término “Pilágoras” hace referencia al vocablo de latín “pilae” (columna o pilar). Después, ocupada Zaragoza por los musulmanes entre el 714 y el 1110, la Basílica era aun una simple iglesia mozárabe dedicada a Santa María, en torno a la cual, se articulaba una de las comunidades existentes de los cristianos de la ciudad. Es lo mismo que le ocurrió a la que se denomina “catedral del salvador en su epifanía de Zaragoza” llamada comúnmente “La Seo” que está construida en el solar del antiguo foro romano de CaesarAugusta y de la mezquita mayor musulmana de Saraqusta.
Ilustración 1 Krisna niño y Yasoda
-Se ha de tener en cuenta que en el año 313 de la E.C, cuando el Emperador Constantino declaró al cristianismo religión oficial del estado e imperio romano y se auto-nombró primer Papa, una de sus primeras medidas fue cambiar de nombres a muchos de los íconos del antiguo culto. Para ello las imágenes de Venus y su hijo Cupido, pasaron a ser “ipso facto” la virgen María y Jesús. Las estatuas de deidades, los templos y otros lugares de culto o veneración pre-cristianas que no pasaron por los procesos de purificación, fueron desde ese momento, perseguidos, destruidos y sus fieles asesinados, haciendo cumplir de esta forma la conocida frase bíblica: (Deut 7, 5): “Derribaréis sus altares, romperéis sus cipos, abatiréis sus Aseras y daréis al fuego sus imágenes talladas”.
Por otra parte, los cultos marianos y otros cultos a santos católicos y demás personajes, quebrantan las palabras de su preciada Biblia, en el párrafo que dice en Éxodo 20:4 :
“No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás.”
-Se ha de considerar también, que el simbolismo de la piedra, pilar, roca o peñasco, no tiene demasiados simbolismos en la religión cristiana. A parte del significado cristiano más importante, que tiene a la piedra como base de la iglesia católica (Mt 16, 18): «…tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré yo mi Iglesia…» donde el nombre de Pedro es homónimo de «piedra», tiene más connotaciones como arma arrojadiza y relacionada con la honda, que al lanzarla causa la muerte, como David hizo con Goliath o con la agonía, al ejecutar a los blasfemos mediante lapidación, costumbre ésta, que practicaban los antiguos judíos, y aún hoy en día es practicada en algunos países que se hallan bajo la autoridad religiosa del Islam (monoteístas).
Mientras que en las religiones pre-cristianas y especialmente en las antiguas sociedades matriarcales fue símbolo de todo aquello que es imperecedero, inmortal y permanente. Especialmente fue alegoría de la presencia Divina en la Naturaleza y alegoría de la Divinidad en su abstracción.
Para los pueblos primitivos fue símbolo de sabiduría ya que se requerían conocimientos sobre su conformación para poder fabricar armas y otros utensilios, productivos y eficaces para las agrupaciones humanas de aquellas épocas. Igualmente, las construcciones funerarias en piedra, los menhires, los crónlechs, los dólmenes, etc., fueron, entre otras cuestiones, expresiones de la inmortalidad del alma. Entre los celtas de Irlanda, la legendaria Lia Fáil (piedra de Fálias), también conocida como “Piedra del Destino” es un menhir situado en Tara (Irlanda), que sirvió como piedra de coronación mítica para algunos de los reyes irlandeses. A dicho menhir, se le suponía gran sabiduría para elegir, en su presencia, al legítimo heredero a la corona, cuando ésta rugía o crujía como signo de aprobación.
En las posteriores sociedades patriarcales, siguió conservando los mismos o parecidos significados y de esta manera se convirtió en ara (altar) que eran ungidos con bálsamos, aceites y a veces incluso con sangre.
Los pueblos paganos también consideraban que las piedras, las rocas, los pilares, los peñascos y posteriormente las columnas, poseían la cualidad de acumular diversas energías telúricas, especialmente relacionadas con la fertilidad, y de transferirlas a través de la fricción, masaje o roce con las personas.
-Se ha de considerar igualmente, como defienden algunos investigadores, sobre los fenómenos de apariciones de las vírgenes católicas como Francisco Martín-Cano Abreu, apoyándose en definiciones de la Enciclopedia Espasa-Calpe en Tomo 8 (1988, 520): «… la piedra cónica simulaba la forma de falo, que junto con la base simbolizaba la reunión de los dos sexos en la divinidad representada. De este modo se representó la Afrodita de origen fenicio,…» – Y sigue el referido autor diciendo-:
“Y todas las Diosas eran en principio representadas como pilar de piedra (Virgo) y como cono de piedra, la PIEDRA COMO DIOSA (Virgen, pilar y cono), como el más importante símbolo de la religión matriarcal, representación del Principio femenino, que simbolizaba que poseía los dos sexos”.
Una deducción muy sugestiva, si apoyamos la idea de que dicho Principio Divino, era conceptualizado como abstracto, y además, como Divinidad Madre, principal y preponderante, nos encauzaría hacia una forma de entender ese Principio Divino bajo aspectos arquetípicos monistas como fuerza o energía indeterminada formadora del cosmos y de otras entidades. Pero incluso, nos acercaría a los principios politeístas-henoteístas posteriores del patriarcado, si consideramos que como Madre, ( Madre Naturaleza, Madre Tierra, Madre del Cielo, Gran Madre, etc.) no solo los humanos seríamos sus hijos, sino todo ser de este planeta e incluso otras deidades, generadas y concebidas por esa Diosa Suprema, de un forma hermafrodita.
No obstante, en la época matriarcal, las evidencias arqueológicas y los investigadores, opinan mayoritariamente que en aquellos tiempos, no se reconocía más divinidad que la Gran Diosa hasta el siglo VIII antes de la E.C. El cambio hacia otras formas de concebir la Divinidad se halla vinculado en cada área geográfica, al desarrollo de la denominada Revolución del Neolítico, donde empezó a aparecer la agricultura y ganadería de forma gradual y con ellas, la sedentarización y el patriarcado, y el nuevo concepto de las energías divinas masculinas, representadas por las deidades masculinas.
Así pues, la adoración católica de la nominada Virgen María como Virgen del Pilar, tiene su origen en los conceptos de las Diosas Madres pre-cristianos, donde éstas apoyan sus pies sobre pilares, pilastras, pilones y cualesquiera otras bases pétreas.
Algunos ejemplos de ello son tanto los postes sagrados que representaban a la diosa cananea Aserá (Astoret, Asarot, Isthar, Astarté), cuyo culto se expandió por el Mediterráneo a través de los fenicios y cartagineses, así como la simbología, por proximidad, en la mitología vasca, según Andrés Ortiz-Osés, doctor en filosofía y fundador de la hermenéutica simbólica, cuando comenta que la diosa “Madre Mari”, es la que se metamorfosea en piedra y se representa también como una roca (Mater-materias).
Saludos cordiales
Iolair Faol
La pregunta incluso es una falta de respeto… las creencias, ritos y dogmas judeocristianos no son ni serán considerados o parte de las filosofías paganas… estas preguntas vienen de gente wiccan que no están claros y temen todavía a la religión que los formó como gente llena de temor… por favor, el camino pagano es uno de liberación de estos dogmas… bueno de los wiccan se puede creer cualquier cosa… no siguen un paso ancestral… total new age! bah!
Estimado Ericodantesco,
Coincido contigo. Justamente esta serie de pequeños artículos son el resultado de una FAQ que hice a causa de años y años (en mi newsgroup pagano) de responder siempre las mismas dodas y errores.
Creo que es el producto de dos cosas. Una deriva de lo que dices: Las variantes «light» de la Wicca, que abordan elementos cristianos sin ninguna crítica o filtro y la otra es el tipo de «pseudo-paganos» que pretenden convertirse a nuestras tradiciones sin abandonar en un 100% a su cristianismo natal.
También están los «estudiosos» que confunden el hecho innegable de que el culto de la Vigen María, sus mitos originales así como las diversas advocaciones locales, tienen un origen pagano, con el hecho de que los paganos podamos tomarla como una diosa más. Eso es un dislate, porque tales sincretismos evidencian que se trata de un culto reciclado, adulterado y utilizado con fines de cristianizar más fácilmente a los paganos. Por tanto yo lo veo como un elemento adicional para rechazar cualquier fusión o visión «ecléctica» de la cuestión.