En la tradición religiosa de la Antigua Roma, la Agonalia o Agonia era una fiesta celebrada varias veces al año en honor de varias divinidades, como Jano y Agonio, a quienes los romanos solían invocar al emprender cualquier negocio de importancia. La palabra procede de agonia, ”víctima” o de agonium, “fiesta”.
Su institución, como la de otros ritos y ceremonias religiosos, era atribuida a Numa Pompilio. Se sabe gracias a los antiguos calendarios que se celebraba en los tres siguientes días: 9 de enero, 21 de mayo y 11 de diciembre. A estos probablemente deba añadirse el 17 de marzo, día en que se celebraba la Liberalia, dado que esta fiesta también era llamada Agonia o Agonium Martiale.
El propósito de esta fiesta fue un punto discutido entre los propios antiguos, pero como Hartung ha observado, cuando se recuerda que la víctima que se ofrecía era un carnero, que la persona que la ofrecía era el rex sacrificulus y que el lugar donde era ofrecida era la Regia, no hay demasiada dificultad para entender su importancia. El cordero era la víctima que normalmente se presentaba a los dioses guardianes del estado, y el rex sacrificulus y la Regia sólo podía emplearse para tales como las relacionadas con las deidades más elevadas y que afectaban a todo el estado. Considerando el sacrificio bajo esta luz, puede verse la razón de que se ofreciese varias veces al año. La festividad del 9 de enero se atribuía a Numa Pompilio y estaba consagrada al dios con dos caras Jano, y a Agonio, al que los romanos invocaban antes de empezar cualquier empresa importante. (Fuente: Wikipedia).
En “Fastos”:
Día 9: «Agonalia»
«Añade cuatro días a las Nonas contados en orden y habrá que expiar a Jano en el amanecer Agonal. La causa del nombre puede ser el oficiante con la túnica arremangada, por cuya herida a la víctima cae ésta en honor de los dioses: cuando va a teñir de sangre caliente el cuchillo que tiene agarrado, pregunta siempre: “¿Actúo?” (en latín: “¿agere?”), y no actúa sino cuando le dan la orden. Unos piensan que el día tiene el nombre de agonal por la acción de “acarrear”, ya que los ganados no “vienen” sino que son “acarreados”. Otros creen que a esta fiesta la llamaban los antiguos Agnalia de forma que se le habría quitado una letra en el lugar correspondiente bien, porque la víctima siente miedo de los cuchillos que ve antes en el agua, se trasladó al día el apelativo de la agonía del animal? También cabe que ed día tomase un nombre griego de los juegos que se celebraban en etapas anteriores. Y es que la lengua antigua llamaba a la res agonia. Esta última razón es a mi juicio la verdadera. Y aunque no es segura, igualmente el Rey del sacrificio debe aplacar a las númenes con la pareja de una oveja lanuda.» Publio Ovidio Nasón, “Fastos”, Libro I, 319-332.
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